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¿Cómo debemos plantar melones en casa de forma fácil?

¿Cómo debemos plantar melones en casa de forma fácil?
¿Cómo debemos plantar melones en casa de forma fácil?

Con las altas temperaturas de estos días, el cuerpo pide frutas de alto contenido de agua para soportar el calor y la humedad. Puedes comprarlas, evidentemente, pero también tienes la posibilidad de plantar melones en casa de una forma muy fácil.

Para que el procedimiento sea exitoso, necesitarás saber cuándo sembrar las semillas, cómo preparar los semilleros y otras cualidades que debería tener el suelo para su correcto desarrollo. De lo contrario, todo ello podría durar poco.

Así debemos plantar melones en casa

Sobre todo en la zona norte de España, donde el clima en invierno suele ser más frío, los semilleros resultarán imprescindibles. Además, los recomendamos porque permiten adelantar las fechas de cultivo y no tener que esperar tanto para la futura cosecha.

En cuanto a la época, al igual que todas las demás plantas de la familia Cucurbitáceas, como la sandía y la calabaza, deberías plantar estos melones hacia el final del invierno y el inicio de la primavera. Eso, para evitar que las heladas los ataquen aún de forma débiles.

La buena noticia es que puedes usar el semillero que quieras o hacer uno casero con recipientes -como los de yogur- con drenaje. Preparado ese espacio, añade algo de sustrato especial para semilleros y coloca varias semillas pero sin enterrarlas totalmente.

Riega de modo exhaustivo pero sin llegar a encharcar y deja el recipiente en un punto soleado, a 15° C mínimo de temperatura. Comprueba, durante las siguientes semanas, que el sustrato no se seque completamente. Riega una o dos veces por semana.

Al cabo de un mes, la planta podrá ser trasplantada de manera definitiva a la huerta o a una maceta, pero debe tener margen suficiente para continuar con su crecimiento. Deja una distancia de aproximadamente un metro y medio entre cada planta.

Cuidados posteriores

luego multiplica los riegos para que la planta logre enraizar cuanto antes. Una vez que lo consiga, riega un poco menos. Asimismo, tienes que encargarte de podarla, eliminando las hojas en mal estado. Y procura que los frutos no entren en contacto directo con el suelo, manteniéndolos a cierta distancia de la hierra utilizando paja, ladrillos, hierba seca o tablones de madera.

No olvides que el tiempo óptimo para su recolección va desde mediados del verano a principios del otoño, así que transcurrido poco más de medio año desde el comienzo del trabajo, revisa su estado y si los frutos ya se encuentran en situación de ser cosechados.

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