Así es cómo puedes salvar a una abeja
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Como insectos, las abejas son seres vivos fundamentales para los humanos y a pesar de cierta mala fama que tienen debido a que picaduras y lo molestas que éstas resultan para nosotros, lo cierto es que no podríamos sobrevivir sin ellas más que unas pocas horas en caso de que se extinguiesen. ¿Sabes cómo puedes salvar a una abeja?
Más allá de la producción de la miel, la importancia de las abejas tiene que ver con que transportan el polen de una flor a otra mejorando la producción de alimentos gracias a la polinización, un proceso trascendental para asegurar la nutrición y el funcionamiento de los ecosistemas.
Dicho esto, si ves una abeja en la calle que tiene serios problemas para trasladarse es probable que la pobre se haya quedado sin energía y esté a punto de morir, por lo que conviene actuar en defensa del planeta y hacer lo que esté a nuestro alcance para intentar que sobreviva.
¿Cómo puedes salvar a una abeja moribunda?
Lo único que necesitas en esos casos es una cuchara pequeña, un poco de miel y agua que vas a colocar en ella, acercándola poco a poco a la abeja. Procura no asustarla y trata de que entre en confianza y «comprenda» que lo único que quieres es ayudarla.
Lentamente la abeja se acercará a la cuchara y beberá la mezcla que has preparado, lo que puede llevarle un par de minutos hasta conseguir que las propiedades del agua y la miel hagan efecto. Pasado ese tiempo, no debería extrañarte que comience a moverse con mayor velocidad y haya signos de vitalidad.
La abeja empezará a desplazarse más rápidamente e incluso puede que mueva un poco las alas, como si quisiera volar. Esto le costará un rato más pero lo logrará si le has servido esta preparación imprescindible para mantenerlas con vida cuando las observamos moribundas.
Si no tienes miel a disposición, puedes usar un sobrecito de azúcar de los que muchos disponen en sus bolsos o carteras, mezclándolo con agua para crear una especie de sirope que ingerirá la abeja.
La clave está en que puedas ofrecerle tanto agua como algún endulzante natural que es básicamente lo que las abejas consumen cuando están en perfectas condiciones. De allí esta solución milagrosa.
Por lo demás no te preocupes porque la abeja no va a picarte si no la atacas ni te abalanzas sobre ella, sino que sólo quiere recuperarse. Puedes dejar la cuchara para que se alimente por su cuenta, aunque te recomendamos que no te alejes mucho para ver maravillado cómo le salvas la vida.
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