Historia
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«¡Viva la Pepa!»: Historia de la primera Constitución Española de 1812

En el siglo XIX el mundo cambió para siempre. No solo nos encontramos ante un siglo lleno de avances y de cambios, también fue el inicio del cambio de vida para muchas naciones, incluida la española. En este siglo, España entró en la modernidad del mundo civilizado y creó su primera Carta Magna, la conocida como «La Pepa», la primera Constitución Española de la historia.

Y no fue sencilla llevarla a cabo ya que España se encontraba por aquella época inmersa en plena conquista de las tropas francesas que simplemente agilizaron que los políticos españoles sintieran la necesidad de quitarse de encima los estrictos designios de la sociedad absolutista de años anteriores.

El 24 de septiembre de 1810, en representación de las ciudades y provincias de España, un centenar de diputados juraron ante el cardenal Luis de Borbón lo que sería la primera Constitución Española en el futuro. Este día, en Isla de león, actual San Fernando en Cádiz, quedaban inauguradas las Cortes de Cádiz que nos llevarían hasta 1812 y la certificación de un avance histórico en nuestro país.

Lo más reseñable que se acordó en estas cortes fue que los diputados allí congregados se proclamaban como representantes de la soberanía española, despojando al rey Fernando VII, absolutista de raza, como el máximo mandatario en la nación española.

Francia sembró la semilla

Estas primeras Cortes de Cádiz no surgieron solas. Dos años antes, las tropas napoleónicas llegaron a España y, poco a poco, e inesperadamente se hicieron con el país, dejando a una nación colapsada, empezando por el rey Carlos IV que se vio engañado por los franceses después de tratar con ellos y firmar el Tratado de Fontainebleau.

La caída de Godoy tras el alzamiento de Aranjuez, hizo que Fernando, retirado a Andalucía por precaución, volviese victorioso y se conformara como el nuevo monarca español, aclamado por muchos seguidores deseosos de que los franceses abandonaran tierras españolas.

Pero las tropas francesas, al mando del general Murat, ya habían ocupado la capital del país, por lo que no sería fácil sacarlos de España. Fernando, bajo la protección de Napoleón, aceptó encontrarse con él para que el emperador lo confirmase como rey de España.

Nada más lejos de la realidad. Napoleón retraso la cita varias veces y fue encaminando a Fernando hasta el sur de Francia, concretamente hasta Bayona, en un intento por sacarlo del país para que, irremediablemente, firmara su renuncia al trono. Ocurrió en las Renuncias de Bayona que otorgaron España a Francia bajo el mando de José Bonaparte, hermano del emperador Napoleón.

El pueblo español se organiza

Ante la ausencia de Fernando VII, que se mantuvo recluido en la ciudad francesa durante seis años, se organizaron en España las primeras juntas territoriales ante la ocupación de las tropas francesas. En el fondo, muchos de estos personajes que se juntaron para formular las Cortes de Cádiz en 1810, soñaban con una revolución similar a la de Francia en 1789, y encontraron en la ausencia del rey la gran oportunidad.

En 1810 con las Cortes de Cádiz formuladas, el camino hacia la primera Constitución Española estaba más cerca que nunca. Entre otras cosas, en esta cortes se decretó la libertad de imprenta, el final de la censura, al igual que decretar los mismos derechos para los españoles americanos afincados en el Nuevo Mundo.

Fueron muchos los decretos que se tenían como objetivo acabar con el Antiguo Régimen, y para eso, los políticos españoles implicados necesitaban ratificar estos decretos mediante una norma común y una ley común para todos. Aquí llegó «La Pepa» de 1812.

«¡Viva la Pepa!»

El texto definitivo de la primera Constitución Española fue promulgado por primera vez el 19 de marzo de 1812, día de San José. De aquí viene el nombre de «La Pepa». Esta Carta Magna se firmó a grito de «¡Viva la Pepa!» y se cuentan en las crónicas que, a pesar de la cercanía del ejército francés, las calles de la ciudad andaluza de Cádiz se llenó de júbilo y vítores celebrando este hito histórico para el país.

El sueño de «La Pepa» duró dos años. Cuando se retiraron las tropas francesas del país, los seguidores de Fernando VII se hicieron con las calles y al grito de «Viva la religión, viva Fernando VII. Abajo las Cortes» comenzaban una revolución por la vuelta del régimen absolutista a España.

El 4 de mayo de 1814 Fernando VII volvía a España y derogó la Constitución Española de 1812, pero la semilla de la libertad y de las nuevas tendencias del mundo ya estaba implantada.

Dos veces más se implantó «La Pepa» en España. La primera fue durante el Trienio Liberal de 1820 a 1823, en el que obligaron a Fernando VII a jurar la Constitución Española. Pero en un nuevo juego político, tres años después, los absolutistas volvieron a implantar su poder, hasta que en 1936 se volvió a adquirir el valor de esta Constitución de 1812 mientras se preparaba la de 1837.