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La vida en la antigua civilización inca: el legado perdurable de los hijos del sol

La vida en la antigua civilización inca fue un fascinante viaje en el tiempo y el espacio. Aquí te contamos algunos datos interesantes.

La cultura Inca

¿Qué sabes de los incas?

El valle sagrado de los incas

  • Francisco María
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La antigua civilización inca o civilización quechua fue una de las culturas precolombinas más grandes e importantes de Sudamérica. El Imperio Inca floreció entre los siglos XV y XVI en el antiguo Perú y llegó a extenderse hacia el centro-oeste de Sudamérica, conquistando los territorios de Ecuador, parte de Colombia, Bolivia, hasta el norte de Argentina y de Chile.

A pesar de las duras condiciones de la región andina, los incas fueron capaces de explotar terrenos de todo tipo (montañas, llanuras, selvas) y de erigir imponentes edificios, así como de adaptar el paisaje con carreteras, asentamientos y terrazas en las cimas de las montañas.

La vida en la antigua civilización inca

La vida cotidiana en el antiguo Imperio inca giraba en torno a las relaciones familiares y se caracterizaba, principalmente, por las labores de agricultura y el trabajo forzado o servicio militar entre los hombres.

Ocasionalmente, los incas celebraban eventos importantes en la vida de la comunidad, como los nacimientos, matrimonios, funerales y los destacados en el calendario agrícola. Estas festividades eran la oportunidad idónea para reforzar las prácticas culturales compartidas entre los incas y los lazos personales.

Organización social de la cultura inca

En la civilización inca, las familias eran muy amplias y pertenecían al mismo Ayllu (linaje o casta) y los miembros estaban enlazados por un antepasado común, real o mitológico. Cada Ayllu se regía por un “curaca” o jefe que lideraba las aldeas, y un sinchi o guerrero que era elegido entre los pobladores con mayor poder.

Una identidad colectiva de la sociedad inca, además del vínculo sanguíneo, era el hecho de que los Ayllu eran propietarios de un territorio y los jefes lo parcelaban para las familias lo trabajaran y pudieran ser autosuficiente.

La nobleza y el pueblo en la cultura inca estaban bien diferenciados y constaban de distintos niveles jerárquicos.

La nobleza del Imperio inca

Estaba conformada por militares de alto rango, sacerdotes y ciudadanos ilustres. Los curacas, que obedecían al Imperio y representaban la aristocracia local, también formaban parte de la nobleza.

La nobleza se distinguía entre:

El pueblo inca

Estaba representado por los ciudadanos del imperio que se dedicaban a las labores pedestres como la siembra, la pesca, la artesanía o el comercio. De acuerdo a su oficio o condición se organizaban de la siguiente manera:

Nacimientos y matrimonios en la cultura Inca

En la antigua sociedad inca, los nacimientos eran numerosos, al igual que la tasa de mortalidad infantil. Los niños de ambos sexos eran bienvenidos y una vez que eran destetados, se celebraba un banquete (el rutuchicoy) en el que se nombraba al bebé y se les ofrecía obsequios. Al poco tiempo de comenzar a caminar, debían asistir a su familia trabajando en los campos.

El matrimonio constituía un gran evento en la cultura inca. Las parejas, por lo general, contraían matrimonio durante la adolescencia, pues la soltería no era económicamente factible en las comunidades agrícolas. Las ceremonias de la boda se celebraban una vez al año para unir a todas las parejas que esperan contraer matrimonio en un ayllu particular.

Puesto que la población masculina era significativamente menor que la femenina por las guerras, la poligamia estaba permitida. Sin embargo, la primera esposa era siempre la de mayor rango.

La vida laboral en el Imperio Inca

Tanto hombres como mujeres trabajan en los campos haciendo uso de herramientas simples y a veces en equipos. Según la localidad en la que se encontraran, también era común que se dedicaran a la crianza de ganado o que pescaran y cazaban. Los hombres debían hacer tareas de trabajo como construcción y mantenimiento de caminos o prestar servicio militar para los gobernantes incas.

Las mujeres, por su parte, debían cocinar, cuidar a los niños y realizar tareas cotidianas como la limpieza y el tejido.

Religión de la cultura inca

La cultura inca o quechua era profundamente religiosa, por lo que los ritos místicos y religiosos formaban parte importante de su cotidianidad y festividades. Eran politeístas y panteístas y tenían un panteón en el que rendían tributo a la deidad suprema inca Inti, el dios del Sol y la diosa de la luna Mama Kilya.

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