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Arqueología

Hallazgo insólito en México: paralizan las obras de una carretera tras encontrar una pirámide de 1300 años

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

En México, las obras de infraestructura suelen sacar a la luz hallazgos arqueológicos sorprendentes. Uno de los más recientes ocurrió en el estado de Hidalgo, donde se encontró una pirámide prehispánica de más de 1.300 años durante la ampliación de una carretera.

Este increíble descubrimiento detuvo los trabajos y ha despertado gran interés a nivel mundial. Sigue leyendo para conocer más sobre este hallazgo y lo que nos revela sobre las civilizaciones antiguas de la región.

Sorprendente descubrimiento en Hidalgo: la pirámide de San Miguel

La pirámide, parte de un asentamiento prehispánico conocido como San Miguel, fue identificada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) durante los trabajos en la carretera Pachuca-Huejutla.

Este sitio, localizado en el municipio de San Agustín Metzquititlán, incluye cinco sectores y al menos 10 montículos arqueológicos, con dataciones que abarcan desde el periodo Epiclásico (650-950 d.C.) hasta el Posclásico Tardío (1350-1519 d.C.).

El descubrimiento incluye restos de cerámica, herramientas de piedra y conchas marinas, evidencias de un comercio sofisticado y una cultura profundamente espiritual. Para proteger la pirámide, se construyó un muro de 42 metros de largo y 12 metros de alto, y se emplearon drones para documentar el sitio mediante modelos digitales avanzados.

Héctor Labra Chávez, Director de Turismo de San Agustín Metzquititlán, destacó que este descubrimiento es excepcional, ya que en la zona inmediata no se conocían restos de civilizaciones prehispánicas.

¿Qué nos dice esta pirámide sobre el periodo Epiclásico?

El periodo Epiclásico fue una etapa de importantes cambios en Mesoamérica, marcada por el ascenso y la caída de grandes civilizaciones como Teotihuacán.

Durante esta era, las ciudades-estado competían ferozmente por rutas comerciales, y las estructuras monumentales, como esta pirámide, eran símbolo de poder político y religioso.

El asentamiento prehispánico de San Miguel no sólo amplía el conocimiento sobre las interacciones culturales en la región, sino que también conecta con los momentos previos a la llegada de los españoles en 1519, un evento que transformó por completo el panorama cultural y político de América.

Además, este hallazgo resalta el ingenio de las civilizaciones mesoamericanas, conocidas por sus avances en astronomía, arquitectura y agricultura, y refuerza su influencia en la historia global.

Retos financieros ponen en riesgo la conservación de la pirámide

A pesar de la relevancia del hallazgo, las limitaciones financieras representan un desafío significativo. Según la revista Archaeology News, el INAH enfrenta un recorte presupuestario del 45% para 2025, lo que podría retrasar las excavaciones y análisis necesarios.

Hasta ahora, se han recolectado 155 muestras de materiales como cerámica, piedra y madera carbonizada, pero es fundamental asegurar más recursos para continuar los estudios.

Parte de la pirámide permanece sepultada bajo la carretera, lo que limita su acceso y exploración. Aunque el sitio ha sido registrado oficialmente como patrimonio cultural, los expertos señalan que será necesario un esfuerzo continuo para preservar este importante legado.

La región de Hidalgo, hogar de otros sitios arqueológicos destacados como los Atlantes de Tula, sigue asombrando con su riqueza prehispánica.

Este descubrimiento en San Agustín Metzquititlán aporta nuevas pistas sobre el pasado de la Sierra Alta de Hidalgo, a la vez que refuerza la importancia de conservar el patrimonio cultural frente al avance de la modernidad.

Como señaló Héctor Labra Chávez, se necesitan estudios más profundos y excavaciones adicionales para comprender completamente el contexto cultural de este hallazgo.