Expertos descubren un increíble hallazgo en Burgos : «Esto cambia la prehistoria por completo»
Se trata de la evidencia más antigua del Paleolítico Superior en la Península Ibérica
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Los hallazgos realizados por Policarpo Sánchez, investigador de la Universidad de Valladolid, en la Cueva Millán de Hortigüela, Burgos, han transformado la comprensión del origen del Paleolítico Superior en la Península Ibérica. En un trabajo publicado recientemente, el equipo de Sánchez presenta una nueva tradición cultural, conocida como «Arlanziense», que se considera el punto de inicio de esta era en la región. Sánchez destaca que la transición entre el Paleolítico Medio y el Superior, que tuvo lugar entre hace 50.000 y 40.000 años, es crucial para entender la evolución biológica y cultural del ser humano. Durante este periodo, los neandertales fueron gradualmente reemplazados por Homo Sapiens, dando paso a las primeras culturas del Paleolítico Superior.
Hasta ahora, el inicio de esta etapa se basaba en los restos de las culturas Auriñaciense y Châtelperroniense. Sin embargo, con la identificación del Arlanziense, se redefine este marco temporal, lo que Sánchez considera un «hito» comparable al descubrimiento de los restos homínidos en Atapuerca. En Cueva Millán, un pequeño yacimiento de sólo dos metros cuadrados, se han encontrado las evidencias más antiguas del Paleolítico Superior en la península, datadas entre hace 45.000 y 43.000 años. Uno de los aspectos más relevantes de esta cultura es la producción de pequeños proyectiles de piedra utilizados para la caza, aunque aún se desconoce si estos objetos fueron fabricados por neandertales o por Homo Sapiens.
El sorprendente hallazgo en una cueva de Burgos
La Cueva Millán, un abrigo rocoso situado en un pequeño valle lateral del Cañón del Arlanza, ha revolucionado la comprensión sobre el poblamiento humano en la Península Ibérica. Un equipo de investigación, liderado por Policarpo Sánchez Yustos de la Universidad de Valladolid, ha hallado en este yacimiento, cercano al municipio de Hortigüela (Burgos) y situado dentro del Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla, la evidencia más antigua del Paleolítico Superior en la península. Este descubrimiento, que data de entre hace 45.000 y 43.000 años, revela una cultura desconocida denominada «Arlanziense», caracterizada por su producción estandarizada de pequeños proyectiles de piedra destinados a la caza.
El hallazgo de ésta nueva cultura es de gran relevancia, ya que proporciona información crucial sobre la transición del Paleolítico Medio al Superior, un periodo clave en la evolución cultural y biológica del ser humano. Hasta la llegada del Arlanziense, el inicio del Paleolítico Superior en la Península Ibérica se había situado entre hace 43.000 y 40.000 años, basado en otros yacimientos que contenían restos de las culturas Auriñaciense y Châtelperroniense. Sin embargo, el Arlanziense desafía esta narrativa, situando al interior peninsular como la región con la evidencia más antigua de este periodo, lo que implica un ajuste significativo en la cronología de la prehistoria ibérica.
Arlanziense
El Arlanziense, como nuevo paradigma cultural, reemplaza al Auriñaciense y al Châtelperroniense en la clasificación de los primeros testimonios del Paleolítico Superior. A través de la excavación de apenas dos metros cuadrados, se han encontrado alrededor de 2.500 piezas de industria lítica, lo que proporciona una base sólida para comprender mejor la evolución de las técnicas y herramientas utilizadas en la época. Este hallazgo no sólo redefine el origen de este periodo en la península, sino que también plantea preguntas intrigantes sobre los autores de esta cultura.
Los investigadores se preguntan si los creadores del Arlanziense fueron los últimos neandertales o los primeros Homo Sapiens, y si esta cultura surgió de un fenómeno migratorio, de la interacción entre grupos humanos, o de una evolución local independiente. La coexistencia de los grupos arlanzienses con neandertales cercanos, que aún mantenían tradiciones del Paleolítico Medio, abre nuevas vías para el estudio de las interacciones culturales en la prehistoria.
«Definir una nueva tradición cultural es un hecho realmente, excepcional y real, ya que la última vez que se definió una tradición cultural vinculada a este periodo fue hace 20 años. Para un prehistoriador, descubrir una nueva cultura es como para un paleoantropólogo descubrir una nueva especie», explica Policarpo Sánchez, líder de la investigación, según recoge Burgos Conecta.
Este descubrimiento, publicado en la revista Scientific Reports, se considera un avance significativo en la comprensión de uno de los capítulos más importantes de la evolución humana. La investigación fue el resultado de la colaboración de científicos de diversas instituciones, lo que refleja un enfoque interdisciplinario que aporta una visión integral a la arqueología. Con éste nuevo hallazgo, el Valle del Arlanza se establece como un territorio clave para estudiar la transición del Paleolítico Medio al Superior en la Península Ibérica.
El trabajo está firmado por 17 investigadores adscritos a 14 instituciones de diez nacionales (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Evolución en África, Universidad de Alcalá, Universidad de Burgos, Universidad de Cantabria, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Universidad de Valladolid, Universidad de Zaragoza, y el IES Martín Vázquez de Arce, Sigüenza) y 4 extranjeras (Université de Montpellier, Francia; University of Adelaide, Australia; University of Koblenz, Alemania; y University of Manchester, Inglaterra).