El día que la música detuvo una batalla
En la fría mañana del 24 de diciembre de 1914, en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, la guerra parecía haber encontrado un momento de pausa.
Los músicos de Hitler
Sting en la guerra entre Rusia y Ucrania
Ana Guerra y Alejandro Sanz, unidos por la música
La historia de la humanidad se define por los acontecimientos que se entrecruzan para que sucedan situaciones fantásticas e impresionantes. Si bien existen incontables historias que son un testimonio de ello, ninguna es capaz de demostrar cómo el amor y la música pueden conseguir la paz en plena guerra, como la del día que la música detuvo una batalla.
La milagrosa canción de Joseph Franz Mohr
A pesar de haber sido abandonado por su padre antes de nacer y tener un origen humilde, el niño austriaco Joseph Franz Mohr demostró tener un gran talento musical, al punto de haber sido apadrinado para estudiar en prestigiosas escuelas de música.
En 1815, con la autorización especial del Papa (dado que era hijo ilegítimo), se ordenó como sacerdote y un año después, compuso un poema que se convirtió en la letra de una canción. La canción se tradujo en 140 idiomas y fue capaz de detener una batalla varias décadas después.
El poder de la música frente a la guerra
En el año 1914, en plena I Guerra Mundial, el ejército alemán y el ejército británico se enfrentaron con ferocidad. Pero en la noche del 24 de diciembre, durante la víspera de la Navidad, sucedió lo que muchos considerarían un auténtico milagro.
Los soldados alemanes, ya cansados por la contienda, sucumbieron ante la nostalgia debido a las fechas. La gran mayoría eran todavía muy jóvenes, por lo que comenzaron a compartir anécdotas e historias, recordando con cariño a su familia. También hablaron sobre sus sueños y el futuro, aun en medio de la situación en la que se encontraban. Como un intento de evadir la cruel realidad que les aguardaba, se les ocurrió decorar sus trincheras, tal y como lo hicieron en sus casas, junto a sus seres queridos.
Esa noche, los soldados comenzaron a mostrar sus fotografías personales y a leer las cartas escritas por sus familiares, contaron historias y se dejaron llevar por la ilusión de sus sueños, mientras compartían cigarrillos, licores, caramelos y chocolates.
El día que la música detuvo una batalla
Olvidando por un momento que estaban en guerra, alguien comenzó a cantar con una voz dulce y suave. A aquella voz temerosa, se le unió otra y otra más, hasta que la mayoría de los soldados alemanes corearon al unísono una de las canciones más hermosa de la historia, la que en su momento escribió Joseph Franz Mohr: “Silent Night”, “La noche silenciosa” o como popularmente se le conoce, “Noche de paz”.
Del otro lado, los soldados del ejército británico, que estaban alerta a cualquier eventualidad, escucharon las voces en silencio. Aunque la letra de la canción estaba en alemán, la reconocieron rápidamente, así como el significado de la letra. No pasó mucho tiempo para que a los ingleses también les invadiera la nostalgia, la añoranza y los sentimientos de dolor por sus compañeros muertos o heridos y sus familias y amores ausentes.
Tratando de contener las lágrimas, la canción se hizo eco en ellos y también comenzaron a cantarla, en voz baja, pero en su idioma. Cada bando, en su idioma, cantó “Noche de paz”, fusionando de una manera extraordinaria el alemán y el inglés, como si de un mismo idioma se tratara, ocurriendo así el milagro de Navidad: la tregua de Noche Buena.
Cuando ambos bandos se escucharon, muchos comenzaron a pedir deseos navideños y salir de sus trincheras para compartir ese momento histórico. Pronto, el resto de los soldados salieron para ayudar a enterrar sus muertos, colocaron cruces y oraron por ellos.
Abrazos y buenos deseos
Hay quienes cuentan que incluso llegaron a jugar un partido de futbol en el que Alemania ganó, pero no se sabe si fue del todo cierto. Lo que sí es cierto, es que tanto alemanes como ingleses estrecharon sus manos y se dieron fuertes abrazos, aun cuando el día anterior se atacaban entre sí. Y fue así como en una noche mágica de un 24 de diciembre de 1914, la música detuvo una batalla.
En lugar de disparar, se encontraron en una zona neutral, donde el barro y la sangre de la guerra se convirtieron en un escenario de fraternidad. Se dieron la mano, intercambiaron sonrisas y compartieron cigarrillos y comida. Algunos incluso jugaron al fútbol en el barro, riendo y disfrutando de la compañía del «enemigo».
Este alto el fuego no fue ordenado por los altos mandos; fue un acto espontáneo de los hombres en el campo. En ese instante, la música se convirtió en un símbolo de esperanza y unidad. Sin embargo, la guerra continuó, y con el nuevo año llegaron de nuevo las órdenes de combate. Pero aquel día, la música había demostrado su poder, recordando a todos que detrás del uniforme, había seres humanos con sueños, miedos y deseos de paz.
Años después, el «Tregua de Navidad» se convirtió en una historia contada y recontada, un recordatorio de que incluso en los momentos más oscuros, la música y la humanidad pueden prevalecer. La guerra puede dividir, pero la música tiene el poder de unir. En un mundo plagado de conflictos, siempre habrá un lugar para el canto que detenga la batalla, aunque sea por un momento fugaz.
Lecturas recomendadas
Música en España en la guerra de la Independencia
Temas:
- Música
Lo último en Historia
-
El día que la música detuvo una batalla
-
Ver para creer: el poema de amor más viejo tiene 4.000 años y estuvo olvidado varias décadas en un museo
-
El descubrimiento del siglo: hallan en Egipto la tumba de un faraón, algo inédito desde hace 100 años
-
El papel de las universidades en la historia de España: Un motor de cambio
-
Hallazgo inesperado: desentierran en Londres una basílica romana de hace 2.000 años bajo unas oficinas
Últimas noticias
-
El palazo de Flick a Tebas por sus horarios: «Me sorprende cómo ocurren las cosas en España»
-
Laporta entierra definitivamente la grada de animación de Montjuic para crear otra nueva en el Camp Nou
-
Alerta en España tras el último mensaje de una nutricionista experta: «Muchos síntomas…»
-
Ayuso asegura que González Amador fue «agredido por un cámara, no se ha golpeado»
-
Citan a declarar a la madre de un edil del PSOE por arrojar heces y orina en el despacho de un concejal