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El día en que una mujer se hizo pasar por hombre para luchar en una guerra

Las guerras han tenido a lo largo de la historia muchas curiosidades, como la de una mujer que se hizo pasar por un hombre. Se ha repetido.

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  • Francisco María
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A lo largo de la historia, muchas mujeres se han visto obligadas a vestirse como hombres para poder alistarse, como cualquier otro soldado, y luchar en una guerra. En épocas anteriores, vestirse de militar y empuñar un arma sólo estaba reservado para los hombres, por eso las mujeres más decididas, se hicieron pasar por hombres, ocultando su identidad, para poder combatir. De haber sido descubiertas, habrían sido apresadas o ajusticiadas.

Entre esas mujeres, destaca la historia de Dorothy Lawrence, una joven que no dio su brazo a torcer hasta cumplir su sueño de contar al público lo que estaba sucediendo en el conflicto, desde primera línea.

¿Quién era Dorothy Lawrence?

Dorothy Lawrence fue una joven inglesa que se disfrazó de hombre para poder estar la línea de combate durante la Primera Guerra Mundial y poder cumplir su sueño como corresponsal de guerra.

Dorothy nació el 4 de octubre de 1896 en Inglaterra, entre las localidades de Middlesex y Warwickshire. Pese a que no conoció a sus padres y fue educada por un clérigo, siempre supo que algún día se convertiría en una gran periodista y que viviría las más fantásticas aventuras.

Antes de alistarse en ejército vestida de hombre, Dorothy se dedicó a escribir artículos que en ocasiones fueron publicados en el periódico The Times. A pesar de no contar con estudios universitarios, Dorothy encontró en la Primera Guerra Mundial su oportunidad para desempeñarse como corresponsal de guerra, pero en una época en la que muy pocas mujeres trabajaban fuera de casa, ningún periódico se atrevió a aceptar su propuesta.

Para los editores de los diarios, enviar a una mujer joven al frente de la guerra, no solo implicaba tener que poner en riesgo su vida, sino el hecho de tener cumplir con las expectativas de los lectores.

Dorothy se convierte en el soldado Denis Smith

Ante la negativa de los editores, Dorothy se armó de valor para prestar sus servicios en el VAD (The Voluntary AID Detachment), una organización de voluntarios civiles, en la que las mujeres brindaban ayuda sanitaria al personal militar. Esto le permitiría acercarse al campo de batalla, aunque su acción se vería muy limitada porque el VAD siempre actuaban en retaguardia.

La joven estaba decidida a cumplir con su meta, por lo que decidió trasladarse por su propia cuenta hasta Francia en 1915. Cuando ya se encontraba cerca del frente militar, en la localidad de Senils, fue detenida por las autoridades francesas, quienes le sugirieron regresar a Inglaterra. Dorothy ignoró las advertencias de la policía y viajó hasta Paria, donde se puso en contacto con un grupo de militares británicos.

Después de contarles sus planes, los jóvenes decidieron ayudarla y le dieron un traje masculino para que pudiera pasarse por un hombre. Dorothy adoptó la identidad de Denis Smith, un soldado de del Primer Batallón del Regimiento de Leicestershire. Para disimular su apariencia femenina utilizó un corsé que disimulara sus pechos, rellenó el traje de algodón para hacer más amplios sus hombros y se cortó el pelo al estilo masculino.

Su corta participación en el frente de combate

Una vez en el frente nuestra heroína llegó a la ciudad de Albert, en la región del Somme. Estando allí conoció a un zapador llamado Tommy Dunn a quien le contó su historia. Dunn le advirtió de los peligros que estaba asumiendo, no sólo por las balas y los morteros, sino por las intenciones e interés de los demás soldados si llegaban a enterarse de que había una mujer entre ellos.

Para ayudarla, Dunn le consiguió trabajo en la 51ª División de la Compañía Tuneladora de Ingenieros Reales y le buscó un refugio en una cabaña para que la joven pudiera cambiarse y descansar sin levantar sospechas. A tan sólo días de estar en el frente, la salud de Dorothy comenzó a deteriorarse, por lo que decidió entregarse voluntariamente a las autoridades para no perjudicar a los soldados que la ayudaron.

Cuando las autoridades se enteraron, no podía entender cómo una mujer podía haberse colado entre sus filas sin la mínima sospecha. En un primer momento, pensaron que Dorothy era una espía y la enviaron al cuartel general del Tercer Ejército, donde fue sometida a un consejo de guerra. Los generales decidieron encerrarla en un convento local y posteriormente, enviarla de regreso a Inglaterra.

Las memorias y el trabajo periodístico de Dorothy

Una vez que terminó la guerra, Dorothy decidió escribir sus memorias y hacerlas públicas bajo el título de: “Sapper Dorothy Lawrence: The only english woman soldier Late Royal Engineers, Fifty-First Division 179th Tunneling Company”. El libro no tuvo la receptividad que ella esperaba y terminó siendo censurado por el Ministerio de la Guerra.

Después de encontrarse sin trabajo y sin una familia a quien acudir, Dorothy pasó el resto de su vida recluida en diversos psiquiátricos hasta fallecer, en 1968. Actualmente, el War Imperial Museum de Londres continúa investigando la vida de mujeres que, como Dorothy, estuvieron en el frente y fueron olvidadas por la sociedad.

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