Historia
Arqueología

Descubrimiento histórico: Hallan en Granada las cuerdas más antiguas de Europa con más de 7000 años

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

La arqueología sigue desenterrando piezas fascinantes del pasado, y esta vez, el foco está en la Cueva de Los Murciélagos, en Albuñol, Granada. Este enclave, conocido por su excepcional preservación, ha revelado un hallazgo sin precedentes: las cuerdas de arco más antiguas de Europa, datadas en más de 7.000 años.

La investigación, liderada por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y publicada en Scientific Reports (grupo nature), no sólo documenta la fabricación de estas cuerdas a partir de tendones de animales, sino que también analiza otros elementos del equipamiento de tiro con arco, como flechas completas y astiles elaborados con madera de olivo y caña.

Este descubrimiento es un testimonio claro del ingenio y la precisión de los primeros artesanos europeos. Sigue leyendo para conocer cómo estas herramientas revelan aspectos desconocidos de su destreza técnica y su profundo vínculo con los recursos naturales de la época.

El descubrimiento de las cuerdas de arco más antiguas de Europa

El hallazgo en la Cueva de Los Murciélagos ha revelado dos fragmentos de cuerdas de arco elaboradas con tendones de cabra, jabalí y corzo. Estas fibras, cuidadosamente torsionadas, garantizaban una resistencia y flexibilidad excepcionales.

Según Ingrid Bertin, investigadora principal de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), «el nivel de precisión observado en la fabricación de estas cuerdas demuestra una maestría técnica sorprendente, fruto del profundo conocimiento de las propiedades de los materiales orgánicos».

Junto a las cuerdas, los investigadores identificaron flechas completas que han asombrado por su grado de conservación. Algunas conservan las plumas originales, y sus astiles, fabricados con madera de olivo y caña, muestran una cuidada elección de materiales. «El olivo, con su dureza, y la caña, por su ligereza, ofrecían un equilibrio perfecto para lograr tiros más precisos y eficientes», detalla Raquel Piqué, coordinadora del estudio.

¿Qué nos revelan las cuerdas de arco neolíticas sobre su legado tecnológico y simbólico?

El contexto funerario de la Cueva de Los Murciélagos aporta nuevas claves sobre el papel del tiro con arco en las sociedades neolíticas. Estas herramientas no eran simples instrumentos de caza o defensa, sino que su disposición junto a restos humanos apunta a un simbolismo asociado al estatus o rol de quienes las usaban.

«El depósito de estas herramientas en un contexto funerario sugiere que los arqueros neolíticos desempeñaban un papel destacado en su comunidad, posiblemente con implicaciones rituales o espirituales», comenta Raquel Piqué.

La selección de materiales y los procesos complejos de fabricación revelan una conexión profunda entre tecnología y cultura. La brea de abedul, por ejemplo, obtenida mediante tratamientos controlados de calentamiento, no sólo cumplía funciones adhesivas, sino que también añadía un valor estético.

Este nivel de detalle indica que los objetos funcionales podían ser, a la vez, símbolos de poder o identidad. Según los investigadores, «estas piezas integraban una dimensión práctica con una intención decorativa y posiblemente ceremonial».

La combinación de técnica, diseño y simbolismo refleja una sociedad que exploraba el potencial de sus recursos naturales mientras desarrollaba identidades complejas.

La investigación detrás de las cuerdas de arco más antiguas de Europa

El estudio realizado en la Cueva de Los Murciélagos se enmarca en el proyecto europeo Horizon 2020 y el programa MUTERMUR, que emplean técnicas avanzadas de microscopía y análisis biomolecular para actualizar el conocimiento sobre este importante yacimiento. Este enfoque ha contado con la participación de instituciones como la Universidad de Alcalá y el INCIPIT-CSIC, entre otras.

Gracias a esta colaboración, no sólo se han revelado detalles sobre el armamento neolítico, sino también sobre la vida cotidiana de las primeras comunidades agrícolas.

Estos hallazgos destacan su habilidad para transformar los recursos naturales y su capacidad innovadora, arrojando nueva luz sobre la organización y valores culturales de estas sociedades.