Historia
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Atentados 11S: un atentado con mil teorías de la conspiración

Se cumplen 20 años del peor atentado de la historia. A las 8:15 de la mañana, un avión Boeing 767 se estrellaba contra una de las torres más importantes de Estados Unidos. Unos 40 minutos después, un segundo avión, también cargado de pasajeros, se estrellaba contra la otra torre. El atentado del 11S se vivió casi en directo en todo el mundo y fue retransmitido a nivel global por cientos de cadenas de televisión.

Junto al atentado, comenzaron a darse las primeras teorías conspirativas en medio del caos y la confusión, sin casi datos de lo que había ocurrido.

Horas después del 11S

Un impacto como este hizo que los atentados del 11S se convirtieron rápidamente en caldo de cultivo de bulos y teorías conspirativas por todo el mundo. No habían pasado más de cuatro horas cuando se difundió el primer bulo y teoría conspiratoria.

Fue un ingeniero, Robert Rostcheck el que envió un correo electrónico con unas 600 palabras a un foro de Internet ya desaparecido. En él alimentaba la teoría de que los impactos del avión no fueron los que hicieron estallar los edificios: «¿Soy solo yo o alguien más cree que no fueron los impactos del avión los que hicieron estallar el World Trade Center? Para mí, esta es la parte más aterradora de esta mañana. Espero que otras personas realmente se den cuenta de esto, pero no he visto a nadie decirlo todavía, así que supongo que lo contaré. Supongo que ser ingeniero puede hacer que uno sea más consciente de estas cosas».

Fue la primera de muchas teorías conspirativas que circularon sobre el 11S y que todavía hoy siguen circulando por la red.

Una conspiración de años

Lo cierto es que este mensaje Rostcheck jamás quedó en el olvido. Durante los siguientes años comenzaron a circular informaciones de todo tipo al respecto, hasta el punto que en 2006, el 36% de la población americana creía que el gobierno de Estados Unidos estuviera de algún modo detrás de los atentados.

Un año antes, en 2005, un documental, ‘Lose Change 9/11’, dirigido por Dylan Avery, dio por válidas estas teorías conspirativas apuntando directamente a la Casa Blanca, circulando por Internet como la espuma.

La idea funcionó de maravilla: poner en duda la versión oficial del gobierno que le sirvió como excusa para adentrarse en Afganistan en busca de Bin Laden.

Gracias a estas teorías, se mantuvo durante mucho tiempo la creencia de bombas en las torres que hicieron estallar el edificio. Estas bombas fueron, según los conspiradores, activadas por funcionarios del gobierno americano.

La realidad es que, desde el 11S, son muchas y casi infinitas las teorías de la conspiración que se han dado alrededor del atentado más recordado de todos los tiempos.