Historia
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Los asesinatos en masa de la Unión Soviética durante la II Guerra Mundial: La masacre de Katyn

Ya hemos hablado en más de una ocasión sobre algunos acontecimientos relevantes que tuvieron lugar durante la II Guerra Mundial, y de algunos de sus personajes más relevantes durante uno de los periodos más negros de la historia de la humanidad.

Lo cierto es que durante la guerra, ambos bandos tuvieron momentos destacados en busca de la paz, pero también hubo un gran número de episodios que han quedado para la historia como momentos de auténtica barbarie que todavía hoy se recuerdan. Uno de esos momentos más recordados por su crueldad durante la contienda fue la conocida masacre del bosque de Katyn, un pueblo ruso a 18 kilómetros de Smolensk, cerca de la frontera de la actual Bielorrusia, en donde se perpetró por parte de las tropa rusa una brutal sangría de soldados polacos.

Según los datos oficiales, el número de víctimas en este bosque rondaría las 22.000, que fueron ejecutadas y enterradas en fosas comunes. Estas fosas fueron las primeras en descubrirse, aunque posteriormente se dataron otras ejecuciones en lugares como Minsk o Kharkov. Algunas organizaciones lo consideraron como un genocidio en toda regla.

Una masacre de soldados

Debemos trasladarnos al período comprendido entre abril y mayo de 1940. La II Guerra Mundial ya había estallado pero los alemanes todavía no habían comenzado su expansión por la estepa rusa. Mientras tanto, Stallin y el gobierno de la Unión Soviética protagonizaron esta atroz historia en la que murieron soldados polacos en su mayoría, pero también policías, intelectuales y población civil del país.

Los asesinatos en masa fueron perpetrados por la conocida NKVD (Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos) una temible unidad al servicio de Stallin que llevó a cabo asesinatos de todo tipo.

Fue Lavrenti Beria, jefe de la policía secreta rusa el que, en n carta fechada en marzo de 1940, calificaba a la población polaca como «permanentes e incorregibles enemigos del poder soviético», y en ella se ordenó a esta NKVD juzgar a los detenidos en juicios especiales y a los que se le aplicaría el castigo supremo: la pena de muerte.

En estas ejecuciones que se comenzaron a dar ya en abril de ese mismo año y de las que Stallin estaba totalmente enterado y a favor, se utilizaron pistolas del tipo Walther, mucho más fiables para los soviéticos que sus propias armas Tokarev TT-30. Curiosamente, este tipo de arma Walther resultaba ser la que utilizaba la Gestapo, la policía alemana, por lo que Stallin supo armar un plan por si eran descubiertos: los nazis se llevarían las represalias por ello.

Los soldados de la Unión Soviética trasladaban a los prisioneros en camiones con diez hombres hasta el bosque de Katyn, sobre todo los pertenecientes al campo de prisioneros de Kozielsk. Se cuenta que uno a uno iban siendo colocados frente a su propia tumba y un certero disparo en la nuca los dejaba caer hasta la tierra donde, allí mismo eran enterrados.

Descubrimiento alemán

Durante varios meses fueron ejecutados miles de polacos que no habían tenido un juicio justo y ni siquiera una orden de detención legal. Pero la II Guerra Mundial avanzó hasta Rusia y Stallin vio como las tropas alemanas entraban en el país sin respetarse el propio tratado de no agresión que Hitler y el presidente ruso habían firmado.

Durante los siguientes dos años las disputas en el campo de batalla de alemanes y rusos centraron la atención de todo el mundo, y la masacre de Katyn quedó olvidada, casi inexistente para la mayoría de países que participaban en la guerra.

Fue en 1943 cuando, unos conductores polacos que acompañaban a un destacamento alemán descubrieron las tumbas. Un bosque enorme a unos 400 kilómetros de Moscú que guardaba uno de los secretos mejor guardados por la Unión Soviética durante la II Guerra Mundial.

Según los testigos el lugar estaba acotado, con alambradas y era vigilado por policía rusa. Fue el oficial alemán nazi Rudolf Christoph Freiherr von Gersdorff quien finalmente encontró estas fosas comunes, dando a conocer la atrocidad perpetrada por la Unión Soviética en este bosque de Katyn.

Comenzaron aquí una serie de acusaciones entre Alemania y la Unión Soviética que utilizaron en su favor cada país. Según el gobierno de Stallin, los nazis eran conocedores de esta matanza, y que quisieron utilizar esta masacre para atacar al gobierno ruso.

Mandatarios como Roosevelt y Churchill creyeron la versión rusa, ya que Alemania también estaba utilizando la información a su antojo. A pesar de ello, Churchill y Roosevelt pidieron que no se investigara lo sucedido, pero la Cruz Roja Internacional llevó a cabo una investigación a fondo de lo ocurrido.

El resultado fue culpar a Stallin y la Unión Soviética de esta masacra de Katyn durante la II Guerra Mundial. A pesar de todo, la Unión Soviética jamás admitió que fueran crímenes de guerra, ni un genocidio, aunque todavía se buscan más de 7.000 cuerpos desaparecidos en el bosque de Katyn.

Solo Mikhail Gorbachov en 1990 admitió que la NKVD era la responsable de esta matanza rusa durante la II Guerra Mundial.