‘Pasapalabra’ roza el bote: «Madre mía, qué final de programa»
Final de infarto para los espectadores
Parece que nunca llega, pero el bote de Pasapalabra está muy cerca de caer en manos de Moisés Laguardia u Óscar Díaz, que siguen manteniendo una lucha espectacular cada tarde. La última se ha vivido este lunes, cuando solo una letra ha separado a uno de los concursantes de llevarse 1.456.000 euros.
El rosco ha comenzado con Óscar muy enchufado, tanto que arrancaba intentando intimidad a su rival con 10 aciertos de un tirón, una ventaja muy importante para afrontar la segunda vuelta con más opciones y tratar de atacar el premio.
La primera vuelta terminaba con 21 para el ex concursante de ¡Boom!, pero el riojano, más pausado, solo se quedaba a una de su rival. Fue en ese momento cuando comenzó la remontada, ya que Óscar comenzaba a ser más cauto, pero eso no le evitó cometer un fallo, que luego le costaría caro.
Moisés ha aprovechado el momento y en otra de sus espectaculares segundas vueltas arriesgaba al máximo, pero esta vez sin cometer fallos, poniéndose en cabeza cuando todavía tenía segundos por dalente. El del equipo azul, por su parte, ha terminado el rosco con 22 aciertos, un fallo y dejando tres letras por contestar.
Con 26 segundos por delante, sin fallos y con cuatro palabras, avisaba al presentador de Pasapalabra de su intención: «Creo que voy a arriesgar en la T, como me puedo permitir un fallo. A ver si llego». Así lo hizo, acertando trágala, damnificar e izapa dejándole a solo una de llevarse el rosco.
Aunque el público ha tratatado de mantener la respiración, los 17 segundos que todavía quedaban en el contador han sido eternos. Roberto Leal leía a toda velocidad la definición de la letra P: «Apellido del astrónomo que en 1869 fue nombrado director del Observatorio de San Fernando (Cádiz)».
Tras pensarlo durante unos segundos, el concursante ha respondido «Portillo». El presentador de Pasapalabra ha mantenido la emoción con unos segundos de silencio que han podido provocar más de un infarto entre los espectadores, ya que había una enorme cantidad de dinero en juego.