Jordi Sánchez, Antonio Recio en ‘La que se avecina’, desvela el peor momento que ha vivido por la fama

Jordi Sánchez se encuentra en plena promoción de Alimañas, su nueva película en la que compagina su trabajo como director y actor, por lo que ha concedido varias entrevistas en los últimos días. En una de ellas, el catalán ha desvelado el peor momento que ha pasado por culpa de la fama de su personaje de Antonio Recio en la serie La que se avecina.

Querido y odiado a partes iguales, el intérprete nada tiene que ver en su vida real con el personaje que le ha dado la fama. El mayorista de pescado más famoso de España le ha convertido en una estrella, pero eso también le ha dado muchos problemas que van asociados a la fama y que se ha tenido que ir encontrando con el paso del tiempo.

Siempre ha tratado de mantener su vida privada lejos de los medios, pero se convirtió en noticia a principios del año 2021 tras contagiarse de COVID-19 y por el que estuvo en coma en un hospital madrileño. Tras este duro momento no ha dudado en hablar en varios momentos sobre sus dos hijos, de los que las alucinaciones le llevaron a pensar que uno de ellos había muerto.

Jordi ha pasado por un conocido podcast en el que ha querido recordar algunas de las anécdotas y momentos incómodos que ha vivido por culpa de su papel en la serie de Telecinco y Prime Video. Uno de los inconvenientes más grandes es que la gente muchas veces no sabe diferenciar que no está hablando con el personaje.

«La gente en la calle te habla como si te conociese de toda la vida», ha confesado. Aunque puede dar problemas, entiende que se trata de algo normal después de haber entrado en la casa de millones de españoles gracias a la televisión.

 

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Lo que más le sorprende es que la gente se atreva a tocarle la cara en la calle: «Normalmente no tocas la cara a desconocidos». No es lo único que le ocurre cuando hace su vida fuera de los platós, ya que muchos le gritan la frase «pescadero, cabrón», una de las más conocidas de la serie.

Pero el peor de todos le ocurrió en su propia casa, un momento que ahora recuerda con cariño, pero con el que Jordi Sánchez se llevó un enorme susto. «En Barcelona me entraron en casa», ha comenzado diciendo: «Estaba tranquilo en la cocina haciendo una tortilla y había 14 ó 15 chavales mirando, llevaban un rato ahí».

«Me pegaron un susto que te cagas», asegura entre risas. Pero esa es solo una de las muchas cosas que le han pasado, ya que también ha dicho a los presentadores del podcast Nude Project que le han pedido fotos mientras estaba orinando o en mitad de un entierro.