Carlos Sainz Jr. desvela su desconocido negocio de que le une a Daniel Sancho
En su entrevista en 'El Hormiguero'
El piloto de Fórmula 1 Carlos Sainz Jr. ha sido el primer invitado de la semana de El Hormiguero solo unos días antes de correr el GP de España en el circuito de Montmeló. El madrileño está viviendo un momento muy especial ya que es su última temporada en Ferrari, aunque contó un detalle sobre un negocio que le une con Daniel Sancho y del que pocos se dieron cuenta.
El invitado ha contado algunos de los inconvenientes que tiene su profesión, ya que ser un deportista de élite y, además, del equipo más histórico de la categoría reina del automovilismo no es nada fácil. Sus amigos y familiares son los que más sufren, ya que muchas veces anuncia sus visitas con apenas unos días de antelación o les propone planes de última hora nada usuales como que vayan a verle a Mónaco o a alguna de las carreras europeas.
Entre viaje y viaje de las 24 carreras que disputará esta temporada vive a caballo entre Italia y Madrid, por lo que no es fácil saber dónde encontrarle: «De hecho, no sé si tengo casa ahora mismo». Lo cierto es que la mayor parte de su tiempo lo pasa en Italia trabajando en la fábrica de la marca del Cavallino Rampante para trabajar con los ingenieros y subirse al simulador.
Su cuello es otra de los motivos de risas de sus seres queridos, ya que se trata de una de las partes más frágiles de un piloto. «Mis amigos se ríen porque dicen que lo tengo más ancho que mi cabeza, es raro», aunque ha reconocido que debe entrenarlo sin rechistar.
«Sí que es verdad que es lo que más sufre, en la carrera vamos atados prácticamente enteros y lo único que va suelto es el cuello, por lo tanto, recibe todas las fuerzas g y es lo que más fuerte se pone a medida que va pasando el año, es un músculo muy complicado de tratar», ha explicado.
La desconocida unión entre Carlos Sainz y Daniel Sancho
El deportista también ha desvelado los sacrificios que debe hacer con su peso para intentar arreglar los problemas del coche, algo con lo que Pablo Motos ha alucinado. Solo los más fans de la F1 saben que tienen un peso mínimo que cumplir entre lo que suman coche y piloto, siendo pesados en cada gran premio para controlar que ningún equipo se salte las normas.
Sainz ha explicado que en más de una ocasión ha tenido que ponerse a régimen para compensar los kilos de más de sus monoplazas, algo complicado de gestionar cuando se vive en Italia rodeado de pasta y pizza a todas horas. Solo una diferencia de tres kilos pueden suponer tres décimas por vuelta en un circuito, el tiempo suficiente como para poder perder la pole en una clasificación y terminar en tercer lugar.