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«Se me ha caído el alma al suelo»: un soltero de ‘First Dates’ arruina su cita con desafortunados comentarios

Gaspar y Esther se convirtieron en dos de los protagonistas de la noche

  • Idania Monzón
  • Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Escribo sobre la actualidad televisiva y musical. Además, me gusta investigar y hablar sobre todo lo relacionado con las ficciones del momento, tanto de la pequeña como gran pantalla.

El equipo de First Dates vivió una noche repleta de emociones por San Valentín. El popular show de citas organizó una velada muy especial para sus solteros con motivo del día de los enamorados. Un encuentro donde los espectadores fueron testigos de citas tan peculiares como la que vivieron Gaspar y Esther.

«Me han hecho unos ojos muy bonitos. Me han jod*** con eso», dijo el soltero en su presentación. El alicatador jubilado presumió ante Carlos Sobera, presentador del formato, el haber tenido mucha suerte con las mujeres. Debido a ello, se excusó señalando que por este motivo no había sido un gran seguidor de la fidelidad de pareja.

Tras conocerse, la pareja pasó a la mesa para hablar más íntimamente y conocerse mejor. De esta manera, el soltero de 71 años le hizo saber que a su edad ya no estaba para muchos trotes, pero que para el sexo siempre tiene «energía». «¡Vaya farol se ha marcado!», exclamó Esther. Pero, no sería el único comentario que la dejaría a cuadros.

«Soy muy amoroso, pero tengo que enamorarme. ¿Cómo voy a darle un beso a una señora si no me gusta? ¡Y figúrate en el otro lado! A mí me gusta besar en la boca y comerme lo de abajo», aseguró Gaspar pícaramente. Una forma de hablar que espantó por completo a la soltera. «No me ha gustado el comentario de comerme lo de arriba y lo de abajo», señaló indignada por la actitud de su cita.

Parecía que Gaspar estaba en racha, pues no para de dejar estupefacta a su cita con sus comentarios. De hecho, todo empeoró cuando le hizo saber que esperaba encontrar a alguien como su progenitora. Como era de esperar, la expresión de horror de la catalana fue clara. «Por favor, se me ha caído el alma al suelo», confesó.

La velada concluyó y la pareja lo tuvo claro. Ambos estaban de acuerdo en que tenían carácteres y gustos muy diferentes, por lo que no habría posibilidad de tener una relación futura como pareja. Por ello, sin pensarlo dos veces, cada uno procedió por despedirse y volver a casa de la misma manera en la que llegaron: solteros.