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Adara Molinero partía como una de las favoritas de Supervivientes 2023 debido a su amplia base de fans. Sin embargo, muchos otros también opinaban que no iba a ser capaz de aguantar la exigencia física del concurso. Semanas después de haber finalizado el reality y de haber conseguido el segundo puesto, ha explicado cómo fue su preparación tanto física como mental.
Durante su estancia en Honduras, los concursantes pasan hambre, están expuestos constantemente al sol, los insectos… Todo ello sumado a la falta de sueño, ya que tampoco descansan como deberían con el cansancio que ello conlleva e incluso el dolor de cuerpo. Con todo ese peso a sus espaldas, mientras tanto hacen frente también a las diferentes pruebas a las que les va enfrentando el programa.
Uno de los aspectos que más sorprendía del concurso de la madrileña era su escasa bajada de peso. Sobre su preparación, ha asombrado a sus seguidores al revelar que comenzó tan solo mes y medio antes de comenzar Supervivientes 2023. Consciente de la poca antelación, acudió directamente a un equipo de triatlón de Alcobendas con el que entrenó fuerza, natación y pilates. Los tres campos que creía que mejor le iban a servir durante el desarrollo del concurso.
Sabiendo que siempre forma parte de las pruebas del reality, Adara Molinero también entrenó la apnea. “Empecé a conocer mi cuerpo, cómo reaccionaba, hasta dónde podía aguantar y cómo podía hacer para aguantar lo máximo posible”, ha explicado a sus seguidores. La exconcursante entrenó este deporte en piscina, lo que podría explicar por qué en la recta final en la que la apnea se hacía en este lugar y no en el mar a ella le afectaba menos el frío. También explica por qué no podía pescar en mar abierto ya que al sumergirse sufría de vértigos alternobáricos.
En cuanto a la preparación mental, ha contado que recurrió a un coach que le ayudó a entrenar su mente. “Al principio el hambre es como un día normal aquí, pero se va acumulando con las noches de lluvia, dormir en el suelo…”, ha explicado. “Llega un momento en el que se te va acumulando el desgaste y tu cabeza puede pensar que no puedes más y entrar en un bucle muy feo en el que no quería entrar”, ha reconocido la de Alcobendas. “Supe gestionarlo bastante bien, la verdad. Me sorprendo de mí misma”, ha afirmado orgullosa de si misma.