Gastronomía
Comida

En España fue comida de pobres durante la posguerra: hoy lo sirven los mejores restaurantes como artículo gourmet

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

En la época de la posguerra, tirar comida a la basura no era una opción que nadie se planteara. En aquel entonces se aprovechaba todo lo que había y se cocinaban platos con lo que se podía. La carne, el pescado, los huevos, la leche y el aceite eran escasos, así que se buscaban alternativas poco comunes para poder comer.

Otro de los productos que apenas se conseguía era la harina de trigo, por lo que el pan se convirtió en un lujo. En su lugar aparecieron harinas más humildes para hacer un pan que, curiosamente, hoy se vende en panaderías gourmet, con etiqueta bio y a un precio que no se puede pagar todas las semanas.

Este es el pan que en su día fue comida de pobres y ahora se vende como gourmet

En la época de la posguerra, conseguir harina blanca era casi imposible. Lo habitual era el pan oscuro, elaborado con centeno, cebada o mezclas de leguminosas molidas.

Ese «pan negro» se convirtió en el pan de cada día. Tenía un sabor más fuerte y una textura más densa. No era el preferido, pero era lo que había. En algunos casos, se intentaba aclarar el color con harinas de altramuces o garbanzos. Incluso hay testimonios que hablan de prácticas menos recomendables, como añadir serrín para aumentar el volumen.

Curiosamente, ese pan que en su día fue comida de pobres ahora se considera casi un lujo y se encuentra en panaderías gourmet de toda España. Los precios varían, pero su textura y composición son algo que muchos valoran y prefieren para acompañar sus tostadas de tomate con jamón, mermelada casera o aguacate con aceite y sal.

La diferencia en el sabor entre el pan hecho con harina de trigo y el de centeno es muy notoria. Mientras el primero es más suave y esponjoso, el de centeno tiene un gusto más intenso, ligeramente ácido y una miga más compacta.

Por qué ahora se valora tanto el pan de centeno

Este tipo de pan «negro» contiene más fibra que el pan blanco, lo que mejora la digestión y ayuda a controlar el peso. Además, su índice glucémico es más bajo, por lo que mantiene estables los niveles de azúcar en sangre. Ideal para personas con diabetes o quienes buscan evitar picos de glucosa.

Por otro lado, aporta vitaminas del grupo B, minerales como hierro, fósforo, magnesio y zinc, y ayuda a reducir el colesterol malo. Incluso contiene menos gluten que el trigo, aunque no es apto para celíacos.

Hoy en día se recomienda para deportistas, para quienes siguen dietas específicas, o simplemente para quienes quieren cuidarse sin renunciar al pan.

Cómo hacer pan de centeno en casa

Si tienes harina, agua y un horno, puedes hacer pan de centeno en casa sin amasar. Sólo necesitas mezclar 500 gramos de harina integral de centeno con la misma cantidad de agua tibia, añadir 10 gramosde sal y una pizca de levadura seca (media cucharadita). Remueves bien con cuchara de madera hasta que se forme una masa pegajosa.

Unta un molde con mantequilla, vierte la mezcla y deja fermentar unas 3 horas. No esperes que suba mucho, pero cuando la superficie esté algo abombada y con grietas, es momento de hornear.

Hornéalo primero 10 minutos a 250 °C, luego 30 minutos a 230 °C. Saca el pan del molde, vuelve a meterlo otros 10 minutos con la puerta del horno entreabierta para que se forme corteza. Déjalo enfriar sobre una rejilla y listo: un pan casero muy saludable y sabroso.