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III JORNADAS OKGREEN

Domingo Zarzo (AEDyR): «La desalación del agua es un seguro de vida para los agricultores»

El presidente de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (AEDyR) defiende la importancia de los recursos hídricos no convencionales para combatir la escasez en campos y ciudades

España es un referente en recursos hídricos no convencionales. Somos el quinto país en capacidad de desalación instalada y también en reutilización de aguas, además del mayor de Europa. Sin embargo, la falta de planificación y de soluciones a largo plazo, está convirtiendo la sequía un problema acuciante en España. Así lo ha defendido el presidente de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (AEDyR), Domingo Zarzo, durante su intervención en las III Jornadas de OKGREEN, centrada en la escasez de agua y la importancia que puede tener la reutilización de las aguas residuales en el futuro económico del país.

«Hace un año hablábamos de que Cataluña no tenía agua y de que necesitábamos un trasvase; y hoy lamentablemente hablamos de inundaciones. Hace falta planificar, en la medida de lo posible, y adelantarse a este tipo de situaciones», ha reclamado Zarzo, incidiendo en la importancia de empezar a ser eficientes hídricamente, y de contar con recursos no convencionales como es el caso de la desalinización, o la reutilización del agua para combatir la escasez en campos y ciudades.

Un salvavidas para el campo

En España actualmente se reutiliza tan sólo el 10% del agua residual, y las redes hídricas pierden entre un 20/30% del contenido. «Es algo contra lo que tenemos que luchar, reutilizando hasta la última gota, y dónde no se llegue, complementar con agua desalada», ha insistido el presidente de AEDyR, asegurando que el agua desalada es ahora mismo un «seguro de vida» para los agricultores, que «han asumido que la desalinización y la reutilización del agua son recursos que hay que utilizar».

«Mientras en el resto del mundo, el agua desalada destinada a la agricultura supone sólo un 3%, en España el 21% de toda el agua que desalamos va a la agricultura, sobre todo en las islas, en Alicante y Almería, donde tenemos las desaladoras más grandes de Europa (Torrevieja, Águilas o Carboneras), que destinadan un 90% a la agricultura», ha explicado Zarzo.

«Los agricultores están utilizando actualmente un mix inteligente de aguas que contiene desalada, superficial y de trasvase, gracias al que consiguen un precio más bajo y una calidad óptima», ha añadido.

Los bulos de la desalinización

El presidente de la Asociación Española de Desalación y Reutilización ha lamentado, además, el «desconocimiento y bulos» que pesan sobre su sector, siendo uno de ellos, su precio. «Como digo siempre, no hay agua más cara que la que no se tiene», ha incidido Zarzo, recordando que actualmente el precio del agua de mar desalada está por debajo de 1€/m³ y que por supuesto, es potable: «químicamente el agua desalada es igual que la convencional y, además, de excelente calidad; incluso mejor que la embotellada», añade.

Otro de los grandes bulos es el impacto negativo que tiene la desalinización sobre el medio marino, algo que Zarzo, recuerda, que ha sido ya desmentido en numerosos estudios que prueban que verter de nuevo al mar la, mal llamada, salmuera (los restos del proceso de desalación del agua diluidos con agua salada), no afecta a los mares y océanos. En este sentido, el presidente de AEDyR, ha incidido además en que el proceso de desalación tampoco consume la energía que se dice. «Somos el único sector que ha bajado hasta diez veces el consumo eléctrico en los últimos cincuenta años. Estamos en consumos bajísimos e inmersos en un proceso de descarbonización».

«Actualmente hay 800 millones de personas que no tienen acceso a agua potable, y con el cambio climático hay zonas que empiezan a necesitar más recursos. El agua es un bien muy preciado y escaso, y tenemos que empezar a planificar a futuro para resolver adecuadamente esta situación”, ha explicado Zarzo, incidiendo a su vez en que España tiene el precio más barato de agua de toda la UE. «El agua tiene una factura irrelevante en nuestro país y debemos ser conscientes de ello y ponerlo en valor».