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José Marín-Roig: «Fomentamos el emprendimiento, la creatividad en las aulas y estimulamos la innovación en las empresas»

Entrevista a José Marín-Roig. Doctor Ingeniero de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Valencia. Fundador y director de la Cátedra de Innovación de la UPV

"Los retos fundamentales para las empresas es saber leer lo que las tecnologías están trayendo y cómo se pueden aplicar a sus procesos industriales, sus procedimientos de todo calibre y a sus productos"

Tendencias en la tecnología y en la innovación empresarial para 2024

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Con motivo de la jornada OKINNOVA entrevistamos a José Marín-Roig, Doctor Ingeniero de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Valencia y el fundador de la Cátedra de Innovación de la UPV.

Ahora, como director de la cátedra, lidera un equipo de 14 especialistas en distintos campos, cuya finalidad es el fomento de la innovación en las empresas, el estímulo y la aceleración de la actitud emprendedora de nuestros jóvenes en sectores innovadores y el fomento de la cultura de la innovación y de la creatividad en los jóvenes pre-universitarios.

En esta entrevista abordamos el papel de la universidad, en el marco de la innovación y de las tecnologías, y la importancia de generar «mentes que sean capaces de aprender» y de preparar a los alumnos para dar soluciones a las empresas.

La importancia de la colaboración entre empresas y universidad, el futuro de las tecnologías, el empleo y la financiación de fondos europeos para impulsar la innovación son algunas interesantes cuestiones que abordamos en esta entrevista.

Pregunta.- La Universidad Politécnica de Valencia tiene constituida una Cátedra de Innovación, ¿cuáles son los principales motivos que impulsaron dicha iniciativa?

Respuesta.- La cátedra de innovación se fundó en plena crisis económica en España, cuando había mucha desesperanza en la sociedad, un momento en el que parecía como que estábamos hundidos. En aquel momento detecté la oportunidad, hablé con empresas privadas de la comarca, con los ayuntamientos, con el objetivo de fomentar la innovación y el emprendimiento. A partir de ahí arrancamos con esta cátedra en el Campus de Gandía de la Universidad Politécnica de Valencia.

P.- ¿Cuál es la labor de la Cátedra de Innovación y qué líneas se trabajan en materia de innovación?

R.- Básicamente fomentamos la innovación educativa, la creatividad en los estudios preuniversitarios, el fomento del emprendimiento, la innovación y la creatividad en las aulas y, por último, el estimular la innovación en las empresas. Las empresas que han sobrevivido a la crisis, obviamente han sabido leer el mensaje que les lanzaban los mercados, que tenían que innovar y tenían que estar en primera línea de batalla.

P.- ¿Cuáles son los desafíos que a su entender tenemos en cuanto a innovación y tecnología? ¿Cuáles son los campos en los que nos tenemos que fijar?

R.- Hoy en día tenemos muchas tecnologías que día a día nos van sorprendiendo. Todos hemos vivido en estos últimos meses, la llegada al mercado del ChatGPT, esa Inteligencia Artificial generativa que nos permite que, con una serie de preguntas, de consultas, el obtener respuestas muy rápidas sobre cualquier tema, sobre cualquier materia.

Creo que los retos fundamentales para las empresas es saber leer lo que las tecnologías están trayendo y cómo se pueden aplicar a sus procesos industriales, sus procedimientos de todo calibre y a sus productos.

Para poder ser competitivos en el mercado tenemos tecnologías de todo tipo como pueden ser el Internet de las Cosas, las aplicaciones multimedia interactivas, las aplicaciones biométricas, la robótica, el control, la realidad virtual… Hablamos sobre todo de tecnologías asociadas con la Inteligencia Artificial, el Big Data, el análisis de datos. Toda esta serie de tecnologías introducidas en las empresas generan mucho valor.

Yo les comento muchas veces a los empresarios que los datos en sí no tienen tanto valor como cuando realmente los ponemos en una pantalla porque, con ellos, podemos sacar conclusiones y tomar decisiones. Esos datos que nos pueden predecir el futuro pueden ser muy importantes para ellos, especialmente para mantenerse en primera línea de competitividad en los mercados.

P.- Realizan colaboraciones con el tejido empresarial. En materia de innovación, ¿saben lo que demandan?

R.- Mucho. Desde la Universidad Politécnica tenemos un contacto muy estrecho con todos los sectores empresariales, porque somos una universidad que cubrimos prácticamente todas las áreas de la ingeniería. Innovamos gracias a que nos nutrimos de los problemas que las empresas mismas nos plantean.

Creo que las universidades tenemos que estar siempre mirando al exterior para no quedarnos enlosados y buscar respuestas reales a lo que el mundo real demanda.

Pongo un ejemplo. Tenemos un Grado en Tecnologías Interactivas, en el que nosotros pedimos retos a las empresas para que los estudiantes puedan responder a esos desafíos que ellas mismas lanzan. Trabajando en equipos de cinco o seis personas, los alumnos resuelven retos relacionados con el mundo real, problemas que dan respuesta a situaciones que pueden tener muchas veces las empresas. Cuando nosotros publicamos los retos que han resuelto los alumnos, las empresas se acercan a nosotros y nos dicen que ese reto en particular va diez pasos por delante de lo que el mercado está demandando ahora.

P.- Como cátedra también están implicados en la investigación tecnológica…

R.- Suscribimos convenios con empresas e instituciones públicas y dentro de esas cátedras hay una parte de investigación donde se lanzan propuestas de tesis doctorales, de trabajos de fin de grado.

Por ejemplo, ahora tenemos investigaciones muy interesantes en las que estamos desarrollando innovadores proyectos europeos relacionados con el arte y el patrimonio, la cultura y la naturaleza europea.

Porque, no olvidemos, la investigación no sólo va encaminada a lo tecnológico. Muchas veces en las humanidades hay productos y procesos de investigación muy interesantes porque al final le dan sentido a las tecnologías. Las tecnologías por si solas no tienen sentido. Tienen sentido cuando se aplican a algo en particular. Y cuando hablamos de arte, cultura, patrimonio, Europa está invirtiendo mucho en ello.

P.- ¿Las humanidades tienen cabida en la innovación y en las nuevas tecnologías?

R.- Este aspecto es muy interesante. Hay que orientar siempre los estudios y la formación. Si a ti te gustan las humanidades yo no te puedo obligar a ser programador de un ordenador porque no lo vas a ser nunca, porque tu mente es otra, tiene otras capacidades, pero si aprendes a utilizar las tecnologías, más fácil será encontrar un trabajo.

Las tecnologías son una herramienta, pero el fin son otras áreas de conocimiento. Las ciencias sociales, las humanidades son muy importantes y lo van a seguir siendo. No olvidemos el sector de las tecnologías aplicadas al ámbito del arte audiovisual, del multimedia, de la creación de animaciones y de la creación de series de televisión. Todo este mundo está en boga. Y ahí se requieren muchos humanistas también.

P.- Una persona que está decidiendo su futuro profesional, que se va a formar, ¿dónde le diría que busque en el área de las tecnologías?

R.- Lo primero que le diría es que obviamente, si su futuro profesional está en el área de las tecnologías, pues va a tener un futuro profesional muy inmediato. Probablemente si empieza una carrera o un grado, al tercer año ya esté trabajando y luego tenga que seguir haciendo un esfuerzo importante para continuar su formación.

Existe actualmente una demanda altísima de tecnólogos en todos los sectores profesionales. Las universidades formamos de acuerdo al mercado, pero no podemos ir tan rápido como va el mercado.

La evolución tecnológica en los últimos años ha sido tan grande que las universidades tenemos que adaptarnos rápidamente. Generamos mentes que son capaces de aprender y, cuando llegan al mundo de las empresas, deben autorregularse, formarse ellos mismos, de acuerdo a las nuevas tecnologías, a las nuevas mecánicas que exige el mercado en el mundo de las tecnologías y poderlo adaptar a la empresa en particular.

P.- Se habla mucho de los fondos europeos y de la oportunidad que suponen para avanzar en la transición tecnológica tras la pandemia, de la que muchos señalan como uno de los factores que han hecho despertar a Europa para ser más autónomos. Desde el mundo universitario ¿se están fijando en ellos?

R.- Muchísimo. Por supuesto que estamos al tanto de estos fondos europeos. Los equipos de investigación de las de las universidades, cada uno en su área, cada uno en su rama, están mirando hacia Europa porque hay multitud de convocatorias abiertas en los proyectos a nivel de educación europea con nuevas propuestas de formación en nuevos campos.

Los profesores de universidad estamos continuamente preparando propuestas para que sean evaluadas por la Unión Europea y se nos puedan conceder esas subvenciones para que podamos seguir trabajando y siendo punteros en Europa. Se busca que las universidades nos asociemos unas con otras para investigar y que nos unamos también con empresas.

Porque el unirse con empresas significa que tu investigación la aterrizas en el mercado, en las necesidades reales del mercado. Todo esto es muy importante para las universidades, también en los centros de investigación tecnológica en general de toda España y de toda Europa. La verdad es que es una suerte el estar unidos a esta Unión Europea. Gracias a ello Europa puede estar en vanguardia ahora mismo en muchos temas de investigación.