Eurocopa
Un penalti inexistente sobre Sterling decide la semifinal ante Dinamarca

Inglaterra vuelve a una final 55 años después y otra vez rodeada de polémica

Una polémica actuación arbitral decide el pase de Inglaterra a la final de la Eurocopa 2020. Los ingleses regresan a una final, 55 años después de la única que han disputado en su historia. Entonces, el partido celebrado también en Wembley se decidió por un gol fantasma, que no entró, en la final ante Alemania Federal

Inglaterra está a un paso de la gloria tras imponerse a Dinamarca en las semifinales de la Eurocopa 2020. Los ‘Three Lions’ vuelven a una final 55 años después, aunque no sin polémica. Como sucedió en la única que han disputado hasta la fecha, la del Mundial’66, en el que ejercieron de anfitriones, los fallos arbitrales han marcado el devenir del equipo inglés. Con el partido igualado, Danny Makkelie se comió un piscinazo de Raheem Sterling y señaló el punto de penalti, marcando Kane el gol definitivo.

Los inventores del fútbol jugarán la segunda final de su historia, tras un triunfo que estará marcado por la actuación arbitral. Igual que lo está su único título hasta la fecha. En 1966, los británicos organizaban el Mundial y terminaron imponiéndose, aunque también con cierta ayuda del colegiado. Entonces, fue la final la que se decidió también en la prórroga, por una actuación más que discutible del equipo arbitral.

En esta ocasión ha sido el árbitro neerlandés el que se ha dejado llevar por el fervor del público inglés, que abarrotaba el estadio de Wembley, para señalar la pena máxima sobre el atacante del Manchester City. Un penalti que fue muy discutido por Dinamarca, como es lógico, pero que desde el VAR no corrigieron. Pese a que revisaron la jugada, el colegiado no quiso acudir a la pantalla para ver repetida la acción.

Harry Kane perdonó desde los once metros, pero se aprovechó del rechace al centro de Kasper Schmeichel para adelantar al equipo inglés, certificando así la presencia del combinado dirigido por Gareth Southgate para la final. Un partido que, como casi todo el torneo, se jugará en Wembley.

La polémica del 66

En 1966, Inglaterra acogía por primera y única vez un Mundial de fútbol. El deporte británico por excelencia tenía la oportunidad de sumar su primera estrella y no lo desaprovecharon. Eso sí, el colegiado de la final y el asistente marcaron claramente el devenir del partido decisivo, en el que se midieron a Alemania Federal.

Como ahora, donde han completado, pese a todo, un gran papel, entonces llegaron al partido invictos. El equipo liderado por Bobby Charlton se impuso en cuatro de los cinco partidos que jugaron hasta alcanzar la final. Únicamente cedieron un empate, en la primera jornada, frente a Uruguay. Después de superar a Portugal en semifinales, les esperaba la siempre poderosa Alemania Federal en la final.

Con un Wembley hasta la bandera, en el que entraron casi 97.000 espectadores, Inglaterra comenzó el partido perdiendo, con un gol de Haller. Empataron poco después, por medio de Hurst y a 12 minutos para el final remontaban el partido. Sin embargo, Weber mandaba el partido a la prórroga en el último minuto. Como ha sucedido ante Dinamarca, en el alargue la actuación del árbitro fue fundamental.

El colegiado suizo Gottfried Dienst se dejó llevar por su asistente, el soviético Tofiq Bahramov, para conceder un gol fantasma de Hurst. El disparo pegó en el larguero e impactó sobre el césped, pero en ningún momento llegó a colarse en la portería germana. Entonces, se especuló sobre que la rivalidad existente entre Alemania Federal y la URSS había jugado un papel clave en la decisión del juez de línea. Lo que está claro, es que su decisión dejó a los alemanes sin la posibilidad de sumar su segunda Copa del Mundo.

Una oportunidad histórica

Inglaterra se vuelve a citar con su historia el próximo domingo. Acostumbrados a sumar decepción tras decepción, el 11 de julio tendrán la posibilidad de desquitarse en casa. Por extraño que pueda parecer, será la primera vez que jueguen una final de la Eurocopa. Hasta la fecha, únicamente han disputado la citada de 1966.

Enfrente tendrán a la sólida Italia. Si ha habido un equipo mejor que los ingleses en este torneo, ese ha sido el de Mancini. La Azzurra se ha mostrado imparable desde que comenzaron su andadura en esta Eurocopa y, tras eliminar a España en penaltis, buscarán el que sería su segundo campeonato continental, en la cuarta final que disputen.

El football contra el calcio, en lo que será un apasionante partido celebrado en un templo del deporte rey como es Wembley. Una Eurocopa que, pese a ser multisede, parece preparada para que por fin se la lleven los ‘Three Lions’. Jugarán su sexto partido de siete en Londres, donde además se beneficiarán de las medidas adoptadas por el gobierno –y permitidas por la UEFA– de obligar a los turistas extranjeros a guardar 10 días de cuarentena, por lo que habrá insultante representación inglesa en las gradas.