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Ximo Puig es partidario de que Sánchez le coja el teléfono a Torra: «Hay que hablar»

El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, se ha mostrado este sábado partidario de que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, sí le coja el teléfono al presidente de Cataluña, Quim Torra: «Hay que empezar por el principio, que es hablar».

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Puig ha sido preguntado sobre si Sánchez debería atender las llamadas de teléfono de Torra, a lo que el barón autonómico se ma mostrado tajante: «Claro, sí, por supuesto».

El presidente de la Generalitat valenciana ha apostado por la necesidad de que Gobierno y Generalitat catalana retomen el diálogo. En todo caso, ha recordado que éste ha de estar enmarcado en los límites que fijan la Constitución y el Estatut, que no contemplan el derecho de autodeterminación.

«Cada uno ha de plantear lo que crea conveniente, pero los límites en estos momentos son los que marcan la legalidad», ha expresado Puig para, a renglón seguido, subrayar que que «huir de la legalidad es huir de la realidad».

En este sentido, el líder autonómico ha solicitado al independentismo que haga un ejercicio de «realismo y pragmatismo», ya que «dentro de la Constitución y el Estatut hay que avanzar mucho aún».

«Atender a la Constitución»

Por su parte, su homólogo en Aragón, el presidente Javier Lambán, se ha mostrado convencido de que el Gobierno de Pedro Sánchez «se atendrá vigorosamente a la Constitución y no se extralimitará ni un momento en el cumplimiento de la misma».

Preguntado por los medios de comunicación sobre el Gobierno de coalición socialcomunista de PSOE y Podemos que puede depender de los independentistas, Lambán se ha agarrado a la Constitución.

En declaraciones a la prensa en Zaragoza, Lambán ha apuntado que si hay un elemento fundamental en la Constitución es el de la unidad de España «entendida como la igualdad de derechos entre todos los españoles vivan donde vivan», algo que significa que no haya tratos de favor o privilegios entre unas comunidades y otras», algo que «como socialistas» no admitirán, «empezando por el propio presidente del Gobierno».

Reforma constitucional

Por último, el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, también se ha pronunciado este sábado. Lo ha hecho para avanzar que, según él, no habrá reforma constitucional en esta legislatura, pero ha pedido «avances pragmáticos» en esta dirección.

En un debate en la IV Convención Federalista de la Fundación Rafael Campalans en Barcelona ha pedido «reconocer que las condiciones para la gran solución en estos momentos no se dan» para una reforma constitucional. La divergencia en las fuerzas políticas es muy grande y no lo permite, considera Iceta.

Ha apelado al «derecho a convivir» de sentimientos e identidades diferentes, y ha pedido revisar estas leyes de convivencia desde una perspectiva reformista, con la obligación de acercarse a una situación mejor.

Sobre Cataluña, ha advertido de que «negociar más autogobierno es incompatible con mantener abierta la vía de romper» y ha añadido que la perspectiva de esa voluntad de ruptura inminente hace imposible una negociación de autogobierno.

Miquel Iceta. (Foto: Enrique Falcón)

Iceta ha afirmado que no se puede cerrar los ojos ante la realidad de que «hay mucha gente que quiere separarse», pero ha pedido no caer en la resignación, sino descartar el retroceso y avanzar en autogobierno, la financiación y la participación en políticas estatales.

El líder del PSC, que ha comenzado su intervención diciendo que será el único candidato del partido a ocupar este puesto, ha sostenido que hay una demanda de convivencia y de democracia, y ha lamentado que debates como este «no se reproduzcan entre los máximos representantes de los partidos».

«Sigo pensando que es mejor tener un diseño de conjunto que una solución singular», ha asegurado Iceta sobre el encaje de Cataluña en España, y se ha preguntado para qué hacer un esfuerzo de mejora parcial si la perspectiva de la ruptura sigue viva.

Federalismo

Ha insistido en que «la perspectiva de una ruptura inminente hace imposible una reforma necesaria o posibilista», y que para que haya más autogobierno es necesaria más lealtad y más federación.

Iceta ha apuntado que en España hace falta que la cámara de representación territorial responda a esta función, y ha explicado que cuando se redactó la Constitución aún no estaba diseñado el modelo territorial: «Es lógico que el Senado que conocemos no responda a la voluntad inicial de los constituyentes».

También ha apelado a la cultura federal, que «nunca es puntual, no se crea por ley ni por decreto», sino que ha opinado que forma parte de un proceso, en el que la ciudadanía se convenza de que la cooperación es mejor que la confrontación.