España

Vox señala Extremadura como primer gobierno a romper si el PP pacta con el PSOE el reparto de los menas

Vox insiste en que no va "de farol" y está dispuesto a llevar hasta las últimas consecuencias su ultimátum

El aviso de Vox al PP llegó este lunes de la boca de su líder, Santiago Abascal, a 48 horas de que las comunidades autónomas se reúnan con el Gobierno para negociar el nuevo reparto de menas: si las regiones con gobiernos conjuntos PP-Vox pactan una redistribución de menores extranjeros no acompañados, la coalición se romperá. En Vox sospechan que en Génova no se toman en serio el ultimátum y están dispuestos a dar un golpe de autoridad sobre la mesa, llegado el caso de que alguna comunidad con gobierno conjunto acepte de buen grado el reparto impuesto por Pedro Sánchez. Y todas las miradas apuntan a Extremadura.

Pese a que este lunes fue Abascal el que verbalizó esta línea roja para los gobiernos de coalición, lo cierto es que Vox lleva ya dos semanas insistiendo en que no tolerará que se asuma y acepte las cuotas de reparto de menas. Los términos y los límites, sin embargo, son cada vez más contundentes.

En un primer momento, Vox asumió que no aceptaría un pacto del PP con el PSOE para el reparto de menas, y que para mantener la buena salud de las colaciones regionales, los barones populares deberían salir de la reunión con la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego, con un portazo y sin acuerdo. De esa forma, obligando al Gobierno de Sánchez a imponer el decreto y el reparto, las coaliciones quedarían salvadas.

Con el paso de los días, y con los mensajes procedentes de Génova asumiendo que habría «solidaridad» entre comunidades y que un pacto sobre el reparto de menas es posible, la posición de Vox ha ido endureciéndose. Para salvar los gobiernos regionales de PP y Vox ya no sólo será suficiente que el reparto venga por imposición, sino que los barones populares se revuelvan contra esa imposición y que acompañen a Vox en los recursos administrativos que se puedan plantear en ese escenario. A eso se refería Abascal cuando señaló que «se considerarán rotos todos los gobiernos que no utilicen todos los medios políticos legales para evitar el reparto de menas».

Extremadura

Fuentes de la formación que dirige Abascal aseguran que, como tónica general, los barones populares se muestran reacios a asumir ese reparto y que incluso alguno ha comunicado su intención de pleitear si éste fuese impuesto. Pero hay en concreto un gobierno regional de coalición donde la situación, explican a OKDIARIO, es diferente: Extremadura.

No es ningún secreto a estas alturas que la relación de la presidenta extremeña María Guardiola con sus socios de Vox nunca ha sido del todo estrecha. Pasando por alto el choque frontal que se produjo antes de su investidura.

En Vox saben a ciencia cierta, a estas alturas, que el Ejecutivo de Guardiola «apuesta firmemente por aceptar el reparto». En parte, dicen, para forzar un posible choque con los de Abascal. Recuerdan aquellas palabras de Guardiola en el portazo a Vox que suponía entregar de nuevo el gobierno extremeño al PSOE, en las que la popular aseguraba que no quería tratos con quienes «gustan del trazo gordo y que deshumanizan a los inmigrantes».

La pasada semana, el portavoz del PP de Extremadura, José Ángel Sánchez Juliá, aseguraba que la formación no tenía «ningún temor» ante ese aviso de Vox. «Se cumplirá la ley», insistió.

Por todo ello, el papel que vaya a jugar el Gobierno de Extremadura en esa cumbre interterritorial del miércoles va a ser analizado con lupa desde Vox. No se descarta que se convierta en la primera región en la que los de Abascal abandonen su puesto en el consejo de gobierno, donde ocupan la cartera de Gestión Forestal y Mundo Rural, y pasen a la oposición.

En Vox, las fuentes consultadas por OKDIARIO entienden que la medida puede resultar «brusca» a priori, pero también asumen que sería una forma de dar un golpe sobre la mesa y enviar un mensaje de «autoridad» ante un PP con el que las relaciones no atraviesan -ni mucho menos- por su mejor momento. De hecho, el propio Abascal ha admitido este lunes que «no hemos hablado con la dirección del PP, Feijóo no contesta a nuestras cartas».

La «estafa» de Feijóo

«Queremos dar un aviso: no vamos a colaborar con la estafa de Feijóo a sus votantes. Se considerarán rotos todos los gobiernos que no utilicen todos los medios políticos legales para evitar el reparto de menas», recordó este lunes Abascal en la rueda de prensa desde la sede de la formación.

«Si alguna región del PP quiere sentarse a negociar con Sánchez, no hay ningún problema… bueno sí, sí lo hay. Que nos lo diga y abandonaremos ese gobierno», insistió Abascal, tras lo que leyó una lista de incidentes y agresiones ocurridas en España y por las que fueron detenidos inmigrantes ilegales. «No vamos a ser cómplices», ha señalado.

El líder de Vox aseguró que los españoles están «hartos de agresiones y machetazos» de personas que «PSOE y PP insisten en traer a España». Además, informó de que este ultimátum no ha sido comunicado a Génova.  «Las comunidades donde gobernamos no aceptaremos ningún tipo de reparto», señaló Abascal.

«Hemos pedido el uso de todos los medios políticos y medios legales, no hemos pedido el uso de medios ilegales. Si el PP colabora en ese reparto, la situación es de complicidad y contra la seguridad de los españoles», precisó Abascal.