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Vox pide cambiar las políticas «buenistas» sobre inmigración «para que España no acabe como Francia»

El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, pide cambiar las políticas «buenistas» sobre la inmigración en España por el «fracaso del multiculturalismo» y para que España «no acabe como Francia». En el país galo se han registrado ya seis noches seguidas de graves disturbios, todo bajo la excusa dela muerte de un joven de 17 años llamado Nahel a manos de la Policía en Nanterre, ubicado en las cercanías de París.

El dirigente de la formación de Santiago Abascal es partidario de «dar un giro de 180 grados» para «frenar el multiculturalismo» y arremete contra las políticas «buenistas» del PSOE y PP. «Es el momento de mirar a nuestro vecino y rectificar las políticas migratorias porque si no hacemos nada acabaremos como Francia», ha defendido Garriga este lunes en rueda de prensa en la sede nacional de Vox.

El secretario general de la tercera fuerza nacional asegura que lo que está pasando en Francia es que «una serie de personas que no se sienten del país, por mucho que puedan tener un número de identificación que diga que son franceses, no aceptan las leyes del país que les ha acogido y están atacando los pilares de la civilización europea».

Ignacio Garriga es también diputado de Vox en el Parlament de Cataluña. Por ello, ha querido comparar esta región con la situación de Francia. «Hay muchos barrios donde hay más comercios rotulados en árabe que en español por culpa de esas políticas que promueven unos que aceptan otros», ha enfatizado.

En este sentido, ha hecho mención a los atentados que sucedieron en 2017 en Barcelona y Cambrils (Tarragona). El dirigente de Vox arremete contra quienes pretenden «silenciar» y «minusvalorar» esta realidad. «El crecimiento del islamismo está generando exclusión social de nuestros compatriotas», ha apostillado.

Garriga ha puesto a Vox como «garantía de protección de las fronteras españolas para acabar con la inmigración ilegal», así como con «aquellos nacionalizados que hayan cometido delitos». El dirigente de la formación de Abascal defiende la expulsión de «todos aquellos que puedan suponer un riesgo y una amenaza» y dotar de medios «humanos, materiales y jurídicos» a los efectivos de las Fuerzas de Seguridad «para que puedan investigar».

La violencia no cesa

La violencia está desatada en Francia. Ya son seis noches seguidas de protestas que se transforman en disturbios y asaltos salvajes. El balance de detenciones da buena cuenta de la gravedad de lo que está sucediendo en Francia. El viernes la Policía arrestó a más de 1.000 violentos y el sábado a más de 700, según el último balance publicado por el Ministerio del Interior.

La cifra de detenidos de este lunes ha bajado después de que varios sectores políticos y sociales hayan hecho numerosos llamamientos a la calma y que el presidente Emmanuel Macron haya tomado medidas como cortar internet a la zona conflictiva de París donde se han originado los disturbios.

El ataque contra el domicilio del alcalde de un  suburbio parisino ha sido uno de los sucesos más graves en el marco de los disturbios originados por la muerte del joven Nahel. En la pequeña localidad de L’Haÿ les Roses un coche en llamas se estrelló el domingo de madrugada contra la vivienda de su alcalde, Vincent Jeanbrun, del partido conservador Los Republicanos.

«Se ha alcanzado un hito en el horror y la ignominia», denunció el alcalde Vincent Jeanbrun. «Querían quemar la casa» y cuando «se dieron cuenta de que había alguien dentro, lejos de detenerse, lanzaron una tanda de morteros pirotécnicos», dijo al canal de televisión TF1. La esposa y uno de los dos hijos pequeños del alcalde de L’Haÿ les Roses resultaron levemente heridos al escapar de la vivienda. La Fiscalía ha abierto una investigación por «intento de homicidio».