España

El tribunal de la tesis de Sánchez se trampeó para incluir a profesores sin experiencia investigadora

  • C. Cuesta, M. Cerdán, S. Sanz y M. A. Ruiz

El tribunal de la tesis de Pedro Sánchez se trampeó para incluir a profesores amigos sin experiencia investigadora. La ley exige este requisito sin concretarlo, pero en el caso del tribual de Sánchez lo cierto es que es imposible acreditar prácticamente ninguna experiencia porque muchos eran miembros recién doctorados.

Ni tenía esa experiencia la directora de la tesis, ni la tenían más de la mitad de los miembros del tribunal. Lo que sí tenían, eso sí, es cercanía plena a la universidad, a Sánchez o a la propia directora de la tesis.

“Experiencia investigadora acreditada”. Esa es la exigencia para que el tribunal sea independiente, exigente y profesional. Y eso es justo lo que se burló en el tribunal de tesis de Sánchez. Porque era preferible meter a miembros del tribunal dispuestos a conceder cum laude a algo que ni tan siquiera parece una tesis y que es un compendió de informes oficiales del Ministerio de Industria.

El Real Decreto 1393/2007 de ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales señala claramente los requisitos: “Artículo 21. La tesis doctoral. 3. Para la elaboración de la tesis doctoral, la Universidad asignará al doctorando un director, que será un doctor con experiencia investigadora acreditada”.

En su punto 5, el mismo artículo añade más: “El tribunal que evalúe la tesis doctoral se compondrá de acuerdo con las normas que establezca la universidad. Todos los miembros deberán tener el título de doctor y experiencia investigadora acreditada”.

El Real Decreto 99/2011 específico de enseñanzas oficiales de doctorado refuerza el requisito: “Artículo 14. 2. La totalidad de los miembros que integren el tribunal deberán estar en posesión del título de Doctor y contar con experiencia investigadora acreditada”.

Incluso las normas internas de la universidad emitidas un año después constataron lo que de facto se exigía ya en la Universidad. En su artículo 28 señalan que, para la composición del tribunal de la tesis, “la Comisión Académica facilitará un listado de 8-9 posibles miembros, todos ellos doctores con experiencia investigadora acreditada, de los que se seleccionarán los 5 miembros titulares y los 2 suplentes del tribunal”.
La inmensa mayoría de universidades españolas han concretado esta experiencia investigadora acreditada en un sexenio.

Y, pese a esas exigencias, dos de los vocales, Juan Padilla Fernández-Vega y Alejandro Blanco Fernández, se doctoraron prácticamente sólo un año antes que la persona a la que iban a examinar: Pedro Sánchez. Ambos se doctoraron en septiembre y junio de 2011, respectivamente. Es más, tanto Padilla como Blanco contaron como jefa de tesis con la misma directora de Sánchez, Isabel Cepeda. Y, ambos, nueva casualidad, se doctoraron en la misma universidad: la Camilo José Cela. Y ni Padilla ni Blanco Fernández tenían, ni podían tener, una gran experiencia investigadora con esa antigüedad.

La experiencia de Cepeda es también descriptible. Por aquellas fechas, sólo había dirigido cuatro tesis doctorales, todas en 2011 y 2012: la de Padilla, la de Blanco, la de Pedro Sánchez y la de Jesús Gracia Sanz. Y este último fue el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas también de la UCJC entre septiembre de 2010 y septiembre de 2012.

Otros de los miembros del tribunal fueron Santiago Pérez Pérez-Camarero, de la Universidad de Castilla-La Mancha, y la profesora Cristina Ruza y Paz-Curbera, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Y el último, Ricardo José Rejas Muslera, que también pertenecía a la Camilo José Cela, donde Sánchez presentó la tesis.

Todo ello mientras el RD 1393/2007 regulaba que “sólo podrán formar parte del tribunal dos miembros de la Universidad responsable de la expedición del título”. En este tribunal, como se puede comprobar, eran tres.

Y en el caso de Padilla, además, se da el agravante de que, tal y como ha demostrado OKDIARIO, firmó junto a Pedro Sánchez dos artículos previos a la tesis doctoral que luego fueron plagiados en la misma sin referencia alguna. Ni en la bibliografía de la tesis, ni como nota a pie de página.
El actual presidente del Gobierno y Juan Padilla habían coincidido, además, como docentes en el Departamento de Administración y Dirección de Empresas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad Camilo José Cela (UCJC).

Por último, Pérez Pérez-Camarero, que procedía de la Universidad de Castilla-La Mancha y se encargó de controlar el procedimiento del tribunal como secretario, era muy familiar para la directora del doctorado de Sánchez, viuda del profesor Jesús Neira Rodríguez. Y es que Pérez Pérez-Camarero y Neira eran amigos y colaboradores. Habían escrito, por ejemplo, un artículo firmado conjuntamente en 1995 con el título ‘Sindicatos de clase: vestigio del pasado, rémora del futuro’.