Torra declara ante el TSJC por desobediencia entre gritos de «¡No es justicia, es venganza!»
Arranca el juicio al presidente de la Generalitat por desobediencia en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). A su llegada, Quim Torra ha sido recibido por el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, el presidente del Parlament, Roger Torrent, y casi todo su Govern, además de centenares de simpatizantes.
Nada más que el presidente del la Generalitat ha bajado de su coche junto a su mujer, Carola Miró, los separatistas han comenzado a corear consignas como «No es justicia, es venganza» y «Libertad presos políticos». Además, también le esperaban miembros de JxCat, de ERC y de la CUP, además de dirigentes de Òmnium y de la ANC.
Toda una comitiva de políticos separatistas ha acompañado a Torra al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña: el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, el presidente del Parlament, Roger Torrent, miembros del Govern, miembros de JxCat, ERC, CUP, Demòcrates, ANC y Òmnium, el expresidente del Govern, Artur Mas y el abogado de Torra, Gonzalo Boye.
Torra está acusado de un delito de desobediencia por no quitar el lazo amarillo de la fachada de la Generalitat durante el periodo electoral.
No se defenderá
Quim Torra tiró el día antes del juicio de arrogancia y dijo que irá al juicio del TSJC a acusar al Estado de «vulneración de derechos» en lugar de acudir a defenderse por desobedecer la orden judicial de retirar los lazos amarillos de edificios públicos.
El domingo durante una «dinar groc» (almuerzo amarillo) en Bescanó (Gerona) con un centenar de personas, el presidente autonómico dijo que irá en el juicio por desobediencia acusará al Estado directamente de «vulnerar mis derechos y los de todos los catalanes».
«No voy a defenderme de nada porque cumplí con mi deber como presidente, defender los derechos y las libertades», apuntó Torra. A continuación ha aplaudido la reacción de parte de la población de Cataluña tras la «infame» sentencia de procés. Celebra que «el pueblo haya reaccionado frente a una sentencia injusta» y ha confesado: «Me hubiera decepcionado que mi país no hubiera salido a la calle».