España

El timo del plan de Sánchez: el tope al precio del gas sólo se notará un día de cada 10

El plan de rebaja del precio de la energía de Pedro Sánchez confirma cada día que pasa que es humo. Prórrogas de leves bajadas de impuestos sobre la energía que ya han mostrado su insuficiencia; mecanismos de rebaja del coste del depósito que van a costear por el momento las gasolineras; y, ahora, un tope al precio del gas natural utilizado en las centrales de ciclo combinado que sólo tendrá efecto real el 15% del tiempo. Y es que el resto del tiempo, el ciclo combinado no marca el precio final de la energía en España, con lo que el sistema marginalista hará que 8,5 horas de cada 10 la medida estrella de Pedro Sánchez no valga literalmente para nada. Es decir, sólo se notará un día de cada 10.

Pedro Sánchez ha anunciado como gran medida de su plan para frenar la escalada del precio de la energía el tope al coste del gas empleado en las centrales de ciclo combinado. El objetivo, en teoría, pasaba por forzar con ello una rebaja del coste de todo el recibo de la luz. Pero, de nuevo, se trata de una medida trampa para los consumidores.

El plan ibérico de Sánchez contempla imponer un límite el precio de los ciclos combinados. Y, según los cálculos del Gobierno, con eso se espera rebajar la tarifa eléctrica a unos 110 euros/MWh de forma global. España tiene un sistema de fijación del precio final de la luz de tipo marginalista. Es significa que el último KW producido es el que marca el precio de todas las fuentes de energía empleadas en la generación eléctrica. Es decir, que si el último KW es el de ciclo combinado, su precio determina el de la hidroeléctrica, eólica, fotovoltaica, nuclear, etc.

El Gobierno ha divulgado la idea de que el KW más caro es el del ciclo combinado, cuyas centrales queman gas natural. Y, aunque evidentemente es caro y mucho más en los últimos tiempos, no es cierto que tenga el monopolio del marcado del precio final, ni mucho menos. De hecho, el año pasado, ejercicio en el que el precio del gas natural ya estaba en plena escalada, lo cierto es que el gas sólo fue precio marginalista el 15,9% de las horas.

Los datos aparecen reflejados en el informe anual de 2021 elaborado por OMIE. OMIE es el operador de mercado eléctrico designado (NEMO, según la terminología europea) para la gestión del mercado diario e intradiario de electricidad en la Península Ibérica. Europa ha establecido un marco regulatorio para el sector eléctrico europeo hasta 2030 basado en mercados transfronterizos de energía marginalistas. Y bajo esta regulación, desde OMIE gestionan el mercado mayorista de electricidad diario e intradiario (subastas intradiarias e intradiario continuo) para España y Portugal.

Es decir, que OMIE cuenta con el dato real de qué fuentes de energía están marcado los precios finales de la luz gracias al sistema marginalista. Y lo cierto es que el ciclo combinado -centrales que generan electricidad en base al gas natural- solamente marcó el precio marginalista final en el 15,9% de las ocasiones. Esta gas y ciclo combinado es el que ha sido topado por Sánchez como supuesto mecanismo para bajar el conjunto del recibo de la luz. Pero la realidad es que, de seguir la misma tendencia de 2021, esa medida sólo servirá para frenar el precio 1,5 horas de cada diez. O, dicho de otra manera, 8,5 horas de cada diez, la medida estrella de Sánchez no servirá para nada.

Qué fuentes marcan los precios

El resumen ejecutivo del informe anual de OMIE destaca que “durante 2021, la energía total negociada en los mercados diario e intradiarios ha sido de 266,4 TWh, un 1,7% superior a la negociada en 2020. De estos 266,4 TWh, 226,4 TWh se negociaron en el mercado diario y 40,0 TWh en los mercados intradiarios”.

Además, “el precio medio aritmético del mercado diario en el MIBEl ha sido 111,97 €/MWh, un 229,6% superior al del 2020. El precio medio en el mercado intradiario de subastas, 112,62 €/MWh ha sido ligeramente superior al del mercado diario y el precio medio ponderado en el mercado intradiario continuo ha ascendido hasta los 114,52 €/MWh”.

Y ese precio ha sido el resultado de la evolución de los costes de las distintas fuentes de energía y del sistema marginalista empleado.

Pues bien, en esa explicación, hay que tener en cuenta que “las cuotas de mercado en España por tecnología en 2021 en el Programa Diario Base de Funcionamiento (PDBF) han puesto de manifiesto que las centrales térmicas de carbón son una tecnología con una aportación residual, de apenas el 1,2%. Por otro lado, el ciclo combinado también ha reducido sus aportaciones al 7,5%, frente al 9,8% del año anterior. La energía renovable, junto con la nuclear, representaron casi la totalidad de la generación. También es destacable el aumento de energía solar fotovoltaica, que ha adquirido mayor relevancia incrementando su aportación de un 6,0% en 2020 a un 8,2% en 2021”.

La conclusión ha sido la siguiente: “Las tecnologías que más horas han marcado marginal son, por orden, la hidráulica, las renovables-cogeneración-residuos y los ciclos combinados con un 54,9%, 23,6% y 15,9% respectivamente”. Es decir, que el ciclo combinado sólo ha determinado el precio final por el sistema marginalista en el 15,9% de las horas. Y esa es la energía topada en el precio por Sánchez. El resto no.