España

La oposición utiliza la comparecencia en el Congreso de la tesorera del PP para acorralarla por la presunta financiación ilegal

PSOE y Podemos han aprovechado este miércoles la comparecencia en el Congreso de la tesorera del PP, Carmen Navarro, para acorralarla sobre la presunta «financiación ilegal» de su partido. La acusación ha provocado un visible malestar en los representantes del PP. Su portavoz, Beatriz Escudero, no ha dudado en reprochar al resto de grupos el haber «destrozado» el espíritu de la Comisión de calidad democrática, que ha echado a andar en el Congreso.

Navarro ha comparecido este miércoles, con los tesoreros del resto de las grandes formaciones, ante la Comisión de la calidad democrática, la lucha contra la corrupción y las reformas institucionales y legales. Una comisión que tiene por objeto determinar nuevas medidas para mejorar el control de la financiación de los partidos, aunque, en ningún caso, hacer juicio paralelo a las finanzas de las formaciones. 

Pese a ello, los portavoces del PSOE y Podemos han aprovechado también para cuestionar la financiación del PP. Así, el socialista Artemi Rallo, ha calificado como «periodo negro de la historia reciente» los últimos años «protagonizados por la financiación ilegal del PP», partido que -ha dicho- «ha batido el récord de tener a todos sus tesoreros imputados a lo largo de sus cuatro décadas de vida». Incluso ha espetado a Navarro que está «imputada en el caso del borrado de los ordenadores» del extesorero del PP Luis Bárcenas.

Por su parte, el portavoz de Podemos, el juez Juan Pedro Yllanes, le ha afeado que no haya incluido en su intervención la reforma del Código Penal para crear el delito de «financiación ilegal».

Desde Ciudadanos, Ignacio Prendes, ha insistido en el «gran descrédito» para la política a causa de los escándalos de corrupción.

Navarro ha advertido de que no respondería a «nada que no tuviera que ver con el objeto de su comparecencia» o que fuese objeto de un procedimiento judicial abierto.

La portavoz del PP en la Comisión, Beatriz Escudero, ha calificado de «lastimera» y «vergonzosa» la actitud de la oposición y ha reprochado a los grupos el haber «destrozado» el espíritu de la Comisión por «insultar» a los populares.

Donaciones «anecdóticas»

En su intervención, Navarro ha defendido que su formación ha ido adaptando su contabilidad al actual marco legal «más restrictivo y transparente» y ha asegurado que, entre los ingresos que recibe el PP, «las donaciones son absolutamente anecdóticas». En torno al 1 o 2 por ciento de la cuantía total.

Así, ha explicado que aproximadamente la mitad de los ingresos provienen de subvenciones anuales del ministerio de Interior y el resto, de sus grupos institucionales (locales, autonómicos, diputaciones, etc), que se asignan en función de los resultados electorales.

«El 90 por ciento de la financiación es pública y el 10 por ciento privada», ha resumido. Navarro ha considerado que «existe demasiada financiación pública en detrimento de la privada», resultado, ha dicho, de una regulación que obliga a identificar a los donantes.  En este sentido, se ha mostrado partidaria de que las donaciones «dejen de ser públicas o superen ciertos límites».

Navarro, próxima a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, fue nombrada tesorera en 2012, cargo en el que sustituyó al actual presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, quien a su vez había sustituido a Bárcenas. Antes de recalar en la tesorería, Navarro ya formaba parte del equipo financiero como gerente del partido y desde mayo de 2012 compagina ambas tareas.

En su intervención, ha admitido la reducción de ingresos en los últimos años, pese a lo cual, ha asegurado también, «el PP sigue siendo una organización absolutamente saneada».

«El partido dispone de un activo con el que se podría hacer frente a casi la totalidad de las deudas a corto y medio plazo», ha considerado. Navarro ha defendido que las deudas del PP se limitan a créditos hipotecarios y electorales, «y estos se cancelan cuando llega la subvención».

Navarro ha admitido, no obstante, que uno de los grandes problemas para el partido es la dificultad de controlar la contabilidad por tratarse de una organización «tremendamente descentralizada».