España
12-O

Tensión en el Palacio Real: Feijóo dice que Sánchez «no debería estar» y éste le llama «Torquemada»

Los últimos escándalos que cercan al Gobierno de Pedro Sánchez han centrado los tradicionales corrillos del Palacio Real

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Los últimos escándalos que cercan al Gobierno de Pedro Sánchez han centrado los tradicionales corrillos del Palacio Real con motivo de la festividad del 12 de octubre. Especialmente, la trama Koldo, a raíz de las revelaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que descubren que Sánchez estaba enterado, desde días antes, de la llegada de Delcy Rodríguez a Barajas.

Pese a la polémica, el socialista ha tratado de echar balones fuera y ha evitado asumir responsabilidades ni dar explicaciones. Sánchez ha defendido su actuación en relación al caso Koldo y al ex ministro José Luis Ábalos, y ha asegurado que no está preocupado por las revelaciones del informe de la UCO. Según él, su Gobierno actuó «con rapidez» y «de forma acertada». Igualmente, ha cargado contra Alberto Núñez Feijóo, como contra el líder de Vox, a los que ha tildado de «Torquemadas». «Tardamos cinco días en pedir el acta [a José Luis Ábalos]», ha afirmado Sánchez, que ha añadido: «Lo personal me lo quedo para mí».

El socialista ha asistido al Palacio Real sin la compañía de su mujer, Begoña Gómez, imputada por los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, a lo que se podría sumar otra imputación por apropiación indebida del software creado para la Complutense.

Esta misma semana, la Audiencia de Madrid avaló la investigación del juez Juan Carlos Peinado, que indaga en los negocios de Gómez, su actividad profesional en la universidad pública y los contratos adjudicados por el Gobierno a su socio -e impulsor de su cátedra- Juan Carlos Barrabés. También estos días la Complutense decidía cancelar el último máster que Gómez dirigía en esta universidad, alegando la falta de alumnos.

«Esto no hay quien lo pare»

Feijóo, por su parte, ha reprochado que «jamás una trama de corrupción había estado tan cerca de Moncloa» y ha afirmado que Ábalos es el «cortafuegos» de Sánchez.

«Esto no hay quien lo pare», ha pronosticado, en alusión a la investigación de la Guardia Civil. Feijóo ha destacado igualmente que «jamás una trama de corrupción había llegado tan lejos y había estado tan cerca de Moncloa». El presidente del PP ha convocado este domingo a su comité de dirección para valorar la respuesta ante los casos de corrupción que cercan al Gobierno.

El PP está estudiando «la estrategia jurídica» a seguir si finalmente Ábalos es imputado y también a la espera de si el Supremo, que es el tribunal competente para juzgar a diputados, asume sólo esta parte de la causa o toda.

En lo que se refiere a la posibilidad de que el PP presente una moción de censura contra Sánchez, Feijóo ha señalado que su partido está en estos momentos valorando con qué apoyos sigue contando el Gobierno. Así las cosas, ha aclarado que no hay contactos con Junts ni tampoco con el PNV, que «no está diciendo nada» por ahora.

«La coalición de Gobierno va a aguantar hasta que reviente», ha valorado. A juicio del líder del PP, los socios de Sánchez «aguantan porque nunca un presidente del Gobierno ha estado tan barato como este».

Otro de los momentos más tensos se ha producido cuando la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, ha aprovechado la presencia de Sánchez en la recepción del Palacio Real para reprocharle la reforma legal, recientemente aprobada, que beneficiará a los etarras que cumplen sus condenas fuera de España. «Nos habéis dejado abandonados», le ha espetado Araluce, exigiendo a Sánchez una rectificación inmediata: «Tiene un día para hacerlo».

Sánchez ha acudido a la festividad del 12 de octubre lastrado por los casos de corrupción que cercan al Gobierno. El socialista ha tenido que escuchar pitidos, gritos y peticiones de dimisión por parte de los ciudadanos, tanto a su llegada al desfile como al término del mismo.

El presidente del Gobierno ha tratado de silenciar estos abucheos, alejando todavía más la zona destinada al público de la tribuna de las autoridades, y retrasando al máximo su llegada, que se ha producido con apenas tres minutos de diferencia con los Reyes. Nada de eso, sin embargo, ha amortiguado la crítica ciudadana.

Tampoco lo ha hecho la fuerte lluvia que ha caído sobre Madrid toda la mañana y que ha obligado a cancelar la exhibición aérea enmarcada en el desfile del 12 octubre, el salto de la de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire y del Espacio (PAPEA) y la pasada de la Patrulla Águila.