Cataluña

Los separatistas se mofan de la mujer a la que golpearon por quitar lazos y justifican al agresor

Mossos
El portavoz de los Mossos independentistas dice que se trata de una "agresión imaginaria".

Acostumbrados a utilizar el victimismo como arma de propaganda, los independentistas se vieron ayer en la tesitura de justificar que un sujeto violento le rompiera la nariz a una mujer a puñetazos y la enviara al hospital, por quitar lazos amarillos. Y encontraron mil formas de hacerlo: mofarse de la víctima, calificar la agresión de «inexistente» y presentar al agresor como un hombre decente que hizo lo que tenía que hacer. Todo al mismo tiempo.

Jamás se vio a tantos feministas celebrar que a una mujer le partan la cara a puñetazos. Para ello, se han aferrado a la versión del Grupo Godó, según la cual dar una paliza a una mujer por quitar lazos amarillos no tiene ninguna connotación «política». También han contado con la colaboración de usuarios de las redes que publicaron fotos falsas de la víctima, difundidas hasta la saciedad por los separatistas para negar la mayor y asegurar que la agresión nunca había existido.

Entre los que negaban los hechos, el portavoz de los Mossos por la Independencia, que convertía a las víctimas en agresores: «En Ciudadanos están desesperados para que haya violencia y agresiones en Cataluña. Ahora utilizan las redes para publicar imágenes falsas sobre agresiones imaginarias. Estilo Goebbels».

También el miembro de la CUP Antonio Baños: «¡Qué fuerte lo de Inés Arrimadas, hace 17 horas que tiene fijado el tuit falso de la agresión de un indepe! ¡Y no lo mueve, la tía! Qué mal está esta señora, madre de Dios».

También el conseller de Educación, Josep Bargalló («el nivel de falsedades e injurias que hacen circular los de C’s y sus medios afines llega a unos niveles insospechados»), y los millonarios de TV3 como Toni Soler: «Todo mi apoyo en estos momentos de enorme ridículo».

Entre los que se mofaban de la mujer agredida, lo mejor de cada casa:

Los separatistas se han aferrado finalmente a la peculiar interpretación de los hechos realizada por el diario La Vanguardia: confirma que «a la mujer le han roto la nariz de un puñetazo de un energúmeno que además riñó a los niños por ensuciar la ciudad arrancando lazos y tirándolos al suelo. La agresión es real. La mujer, de nacionalidad rusa y que paseaba con su marido y tres hijos, recibió un puñetazo brutal, y fue trasladada en ambulancia al hospital del Mar. Recibió el alta a las cinco de la tarde». La conclusión que el diario de Godó extrae de todo ello es que no hubo «motivos políticos» en la agresión.

Así que asunto zanjado: dar una paliza a una mujer por quitar lazos amarillos no responde a «motivos políticos» y Ciudadanos debe pedir perdón. La víctima, también. Así lo piden numerosos independentistas como el ex conseller de Justicia Carles Mundó, imputado por rebelión, sedición y malversación: «Una vez más, la mentira como argumento. Estaría bien que PP y Cs rectifiquen y condenen la lamentable agresión racista a una ciudadana de nacionalidad rusa».

También el fotógrafo «antifascista» Jordi Borràs: «Más de 10 horas que Mayka Navarro (redactora de La Vanguardia) publicara lo que pasó realmente con la mujer agredida, el frente políticomediático ultraderechista no ha rectificado ni se ha disculpado por difundir mentiras. Necesitan el odio como el aire que respiran, aunque sea publicando fake news».

La Vanguardia comentaba con toda naturalidad el elemento más indecente de la historia: los mismos Mossos que siguiendo instrucciones del conseller Buch persiguen a los constitucionalistas por quitar lazos, dejaron marchar sin más, tras pedirle el DNI, al hombre que acababa de agredir «brutalmente» en plena calle a una mujer, a la que rompió la nariz y dejó un ojo hinchado de un puñetazo. Ni le denunciaron por agresión machista, ni le llevaron detenido. Al contrario: le animaron a que presentara una denuncia contra la mujer, tal como ha relatado él mismo: «Me dejaron marchar sin problemas. Fueron muy amables».

Se había puesto en marcha el proceso para convertir al agresor en víctima, en el que también han participado los facuos Rubén Sánchez y Juan Miguel Garrido.

Otros, como el «filósofo» Josep Maria Carbó, han aprovechado para justificar el uso de la violencia contra los constitucionalistas: «Si tanto derecho tienes tú a poner lazos como yo a quitarlos; si tanto derecho tienes tú a ejercer tus derechos como yo a negártelos… entonces tanto derecho tienes tú a la vida como yo a matarle».

 

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