Sánchez vincula en su libro a Feijóo con el «crimen organizado»: «En otro país no sería candidato»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no sólo calumnia en su nuevo libro Tierra firme (Editorial Península) a la jefa del Ejecutivo madrileño, Isabel Díaz Ayuso, como publicó este martes OKDIARIO y como ya hizo el socialista en el debate de investidura, sino que también difama al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, hasta el punto de relacionarlo con el «crimen organizado» en Galicia.

En concreto, en el capítulo El cara a cara se convierte en bumerán, Sánchez rescata una vez más -como ya hicieron el PSOE y sus satélites mediáticos en plena campaña de las últimas generales- la famosa foto de Feijóo con Marcial Dorado en 1995. Un tema tan recurrente para la izquierda y la extrema izquierda como inservible para sus intereses, pues Feijóo no sólo acumuló cuatro mayorías absolutas en Galicia, sino que también ganó a Pedro Sánchez en las urnas del 23J. El líder socialista todavía no le ha felicitado ni en público ni en privado.

«Al orientarse la atención hacia su dudosa fiabilidad -sostiene Sánchez sobre Feijóo en su relato a la amanuense Irene Lozano-, era inevitable que surgiera el asunto más turbio que tiene a sus espaldas: su relación con el narcotraficante Marcial Dorado», recoge el libro, que será presentado el próximo lunes por el secretario general del PSOE -junto a Jorge Javier Vázquez y Ángeles Caballero- en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

«En cualquier otro país de Europa le habría impedido presentarse a unas elecciones, incluso a las menos relevantes políticamente», señala Sánchez. Y añade: «Habla mal del PP que le acogieran para dirigir el partido con tanto entusiasmo, sabiendo que (Feijóo) carga con ese fardo», remacha con grosería.

«Se trata de un problema muy serio, no menor. En muchos países, incluso europeos, existe verdadera preocupación por cómo el crimen organizado amenaza las estructuras del Estado. Feijóo nunca ha sido capaz de dar una explicación plausible de su relación con el narcotraficante», subraya Sánchez entrelazando así consideraciones de lo más ofensivas contra el líder de la oposición.

«La mendacidad es un rasgo de la personalidad política de Feijóo que quedó desenmascarado durante la campaña», apostilla el inquilino de la Moncloa en el libro que le ha vuelto a escribir, como ocurrió con su Manual de Resistencia (2019), Irene Lozano, ex diputada del PSOE y UPyD, ex presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD) y actual directora de Casa Árabe.

No es éste el único pasaje del libro donde Sánchez denigra a Feijóo. También desciende a lo más bajo el jefe del Gobierno en el capítulo donde acusa a Isabel Díaz Ayuso de «corrupción» y alude al «lucro de sus familiares en plena pandemia».

«Cuando (Casado) señaló a la presidenta de la Comunidad de Madrid -relata- y al lucro de sus familiares en plena pandemia, su partido no pensó en apoyarlo, sino en quitárselo de en medio. El hombre utilizado para silenciar aquello fue Feijóo. Esto ya dice bastante de él: indica que la corrupción sigue siendo un gran asunto pendiente del PP», remarca Sánchez.

Oleadas de insultos contra Feijóo

Desde que Feijóo llegara a la presidencia del PP en abril de 2022, el Gobierno ha ido desplegando sucesivas oleadas de insultos contra él. Tanto Moncloa como Ferraz se han afanado en ello, implicando a un buen número de ministros en esa tarea de encadenar descalificaciones ad hominem. Incluso el propio presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el socialista José Félix Tezanos, llegó a decir en la revista de su entramado empresarial subvencionado por el Gobierno que Feijóo «no tiene los conocimientos necesarios» para liderar un país.

Nada más perder Sánchez el gran duelo electoral del 23J, admitiendo en el libro que no tuvo su «mejor día» («Salí de allí con la sensación de haber dado un tropiezo»), Feijóo se convirtió en diana de toda a una ráfaga de improperios teledirigida desde la dirección socialista. A su victoria en el ‘cara a cara’ de Atresmedia del 10 de julio, el líder del PP añadió la petición de refuerzos en el voto por correo debido a los retrasos en las entregas que se estaban produciendo. Fue entonces cuando los de Sánchez contraatacaron a base de injurias como «marrullero», «mentiroso compulsivo», «peligroso», «trumpista», «conspiranoico», «ametralladora de bulos», «avasallador», «ultra», «tramposo», «cínico» o «mezquino», entre otras lindezas. Pese a ello, no consiguieron vencer en las urnas.