Sánchez reforma Interior: sólo Marlaska sabrá el contenido de las negociaciones por los presos etarras y golpistas


Pedro Sánchez ha colado un delicado asunto en su decreto de reestructuración de cargos del Gobierno. A partir de ahora, las cuestiones penitenciarias dejan de estar en manos de ninguna Secretaría de Estado y pasan a estar exclusivamente en manos del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El cambio supone una fuerte restricción del acceso de cargos técnicos al desarrollo y negociación que se está haciendo ya en estos momentos, tanto de las exigencias de los separatistas vascos para que les cedan la competencia de prisiones, como del traslado de los etarras a cárceles vascas, como de la postura del Gobierno frente a las obvias excarcelaciones urgentes de los golpistas del 1-O condenados y en prisión en estos momentos.
El cambio ha sido recogido en el Real Decreto 139/2020 de 28 de enero, en el que se establece la estructura orgánica básica de los departamentos ministeriales. Ese decreto deroga al Real Decreto 595/2018, de 22 de junio, así como cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo dispuesto en el mismo.
Este Real Decreto ha introducido un cambio significativo en la estructura del Ministerio del Interior: la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias pasa ahora a depender directamente del Ministerio del Interior y con ello sale del ámbito de la Secretaría de Estado de Seguridad. Traducido: el ámbito de conocimiento de las negociaciones que se desarrollan en estos momentos con los separatistas para excarcelar a presos etarras y golpistas se reduce a la mínima expresión, porque ninguno de los equipos funcionariales potentes que comandan las Secretarías de Estado tendrá acceso a ello.
De esta manera, el Ministerio del Interior se estructura en los siguientes órganos superiores y directivos:
A. La Secretaría de Estado de Seguridad, de la que depende los siguientes órganos directivos:
1. La Dirección General de la Policía, cuyo titular tendrá rango de Subsecretario.
2. La Dirección General de la Guardia Civil, cuyo titular tendrá rango de Subsecretario.
3. La Dirección General de Relaciones Internacionales y Extranjería.
B. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, con rango de Subsecretaría, de la que depende la Dirección General de Ejecución Penal y Reinserción Social.
C. La Subsecretaría del Interior, de la que dependen los siguientes órganos directivos:
1. La Secretaría General Técnica.
2. La Dirección General de Política Interior.
3. La Dirección General de Tráfico.
4. La Dirección General de Protección Civil y Emergencias.
5. La Dirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo.
A partir de ahora, por lo tanto, esta delicada materia política y uno de los objetos más preciados para los partidos separatistas, queda en manos realmente de dos cabezas: Fernando Grande-Marlaska y Pedro Sánchez. Es decir, que pasa a ser coto privado del presidente del Gobierno.