España
Gobierno PSOE-Podemos

Sánchez reconocerá como «víctimas de la Transición» a etarras muertos en enfrentamientos policiales

El Gobierno de Pedro Sánchez está dispuesto a extender la consideración de víctimas del franquismo a etarras que murieron en enfrentamientos policiales entre 1978 y 1982, periodo ya de la Transición. Se trata de una de las 30 enmiendas pactadas por PSOE y Podemos al proyecto de ley de Memoria Democrática del propio Ejecutivo socialcomunista, que se halla ahora en tramitación parlamentaria. Todo una cesión ante Bildu que da aire a su estrategia de articular un relato en torno a la «represión», señalando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La diputada y líder de Podemos en Andalucía, Martina Velarde, aseguró este miércoles en rueda de prensa en el Congreso que habían pactado con el PSOE «ampliar la condición de víctima de la Transición hasta finales de 1982». De esta forma, los socialistas han cedido -ya que esto no figura en el proyecto de ley que pilotó Carmen Calvo- ante lo que venía siendo una apuesta de Podemos. Los de Pablo Iglesias ya presentaron en 2018 en la Cámara baja una proposición de ley de «reparación a las víctimas del franquismo y la Transición» en la que cifraban en 188 las «víctimas mortales de la violencia institucional del Estado».

Aquel texto decía que «la dictadura y sus políticas represivas se extendieron al menos hasta las elecciones democráticas de 1977, cuando no hasta la promulgación de la Constitución de 1978 y los años de la Transición».

Y añadía: «Entre 1975 y 1983, a falta de cifras oficiales –se podía leer en la exposición de motivos de la proposición-, están contabilizadas hasta 188 víctimas mortales de lo que ha venido en denominarse violencia institucional por parte del Estado».

En estos listados que manejan Unidas Podemos y Bildu -dos formaciones amigas- se encuentran, por ejemplo, los etarras Andrés Izaguirre Gogor y José Jáuregui, fallecidos en 1981 en un enfrentamiento con la Guardia Civil en Rentería cuando, según los investigadores, se disponían a robar un vehículo para secuestrar al hijo de un empresario. Para los comunistas y los batasunos, estos militantes de ETA murieron a manos de las «Fuerzas del Orden Público (FOP)» como consecuencia de la «represión política».

El novio de ‘Anboto’

Ese mismo año murió también José Manuel Aristimuño, alias Pana, en un enfrentamiento con la Policía en Vitoria. Miembro del ‘comando Araba’ de ETA fue novio de la sanguinaria Soledad Iparragirre Guenetxea, Anboto, luego cabecilla de la banda, en la que entró a raíz de la muerte de Aristimuño.

También en 1978 murió David Álvarez Peña un mes después de enfrentarse a tiros con la Guardia Civil el 18 de diciembre de 1977 en Plencia. Los terroristas intentaron asesinar a los agentes que vigilaban las obras de la Central Nuclear de Lemóniz. Meses después tuvieron el mismo final Jesús María Arrazola Txiki y Alberto García Ruso en Guernica. E igualmente Ricardo Gómez Goikoetxea, que murió en un tiroteo con la Policía en Bilbao. Del año 1979 es el caso de Juan Ignacio Erdocia Larraza, Axio, que falleció en un enfrentamiento con la Policía en San Sebastián. Los listados incluyen más nombres.

El PSOE niega un giro

Desde el PSOE, su portavoz parlamentario en el Congreso, Héctor Gómez, negó este miércoles en rueda de prensa que exista aquí un giro de su partido sobre el texto aprobado en Consejo de Ministros y remarcó que el propósito del proyecto de ley y de las enmiendas que han presentado con sus socios de Unidas Podemos es profundizar en un nuevo marco jurídico para «dignificar la realidad» de las víctimas del franquismo y dotarlas de un «nivel de protección máximo». Y es que otra de las enmiendas pactadas por los socios de Gobierno pretende burlar la Ley de Amnistía para juzgar los crímenes del franquismo como delitos de lesa humanidad, algo que ya rechazo el Tribunal Supremo tras intentarlo el ex juez Baltasar Garzón.