Crisis del coronavirus

Sánchez presume de un estudio de Oxford que le suspende: reaccionó tan tarde como Trump y Johnson

Sánchez presume de un estudio de Oxford que le suspende: reaccionó tan tarde como Trump y Johnson
Pelayo Barro

La prestigiosa Universidad de Oxford no señala a España como uno de los países que mejor respuesta han dado al coronavirus. Es más, todo lo contrario. El estudio al que hizo referencia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el pleno extraordinario del Congreso de este jueves certifica que la respuesta de España en los primeros días fue muy insuficiente, con una nota de menos de un 2 sobre 10. De hecho, le dejan a la altura del grupo del británico Boris Johnson y del estadounidense Donald Trump, los dos más señalados por su tardía y casi negligente reacción al coronavirus.

El estudio de Oxford del que presumió Sánchez, enfrascado estos días en su propia batalla contra las ‘fake news’,  deja por los suelos su gestión en los primeros días de la pandemia, los de la fase de expansión que abonaron el terreno para que España sea hoy uno de los países más azotados por el coronavirus y el que más muertos por millón de habitantes registra de todo el planeta.

Sánchez no llega al 2 sobre 10

Según la información recopilada por un equipo de 92 expertos del Blavatnik School of Government de la «prestigiosa universidad británica», como la denominó Sánchez desde su tribuna del Congreso, en los primeros días de marzo la respuesta española y las medidas para contener la expansión del SARS-CoV-2 eran equiparables a las que estaba tomando Estados Unidos (USA en el gráfico) y Reino Unido (GBR). Un grupo de países, España incluida, al que se le ponía una nota inferior al 2 sobre 10 en relación a la «severidad» de su respuesta. A Francia (con una situación epidemiológica similar a la de España en esas fechas) le da una nota próxima al aprobado y a Italia por encima del 6.

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Gráfico de la reacción de España en los primeros días de la crisis (fuente: Universidad de Oxford).

Al nivel de Trump y Johnson

Este ‘suspenso’ lo comparte con Boris Johnson, que con prácticamente el mismo número de contagios esos días anunció que no tomaría medidas para así salvar la economía, a pesar de que los expertos le advirtieron del enorme número de bajas que ello supondría. El primer ministro asumió como tolerables las posibles muertes masivas. Hoy Johnson acaba de salir de la UCI y el país suma 60.737 contagios y 7.097 fallecidos (datos de la OMS).

También figura Donald Trump, que al inicio de la crisis advirtió que el virus estaba «controlado» en Estados Unidos y que «cuando haga un poco más de calor, desaparecerá milagrosamente». Hoy es el país con más casos registrados: 432.132 contagios y más de 15.000 fallecidos. El segundo país, tras Italia y superando a España, con más muertos.

Cabe recordar que el Gobierno inició la toma de medidas drásticas el mismo 9 de marzo, tras anunciar que el domingo 8 -día de las multitudinarias manifestaciones feministas alentadas por el Ejecutivo- habían detectado un «cambio de tendencia». Esa semana se cerraron colegios y terminó decretándose el estado de alarma y el confinamiento general de la población. Los casos pasaron de 400 a 7.798 en sólo una semana.

Severidad, no rigor

En plena batalla ideológica del Gobierno contra las ‘fake news’ y los bulos que circulan por internet sobre el coronavirus, el presidente del Gobierno utilizó la tribuna del Congreso de los Diputados para jactarse, con datos muy cuestionables si no abiertamente falsos, de que su gestión de la pandemia era valorada como una de las mejores en todo el mundo.

«Estos datos proceden de fuentes tan incontestables como el estudio del COVID-19 de una prestigiosa universidad británica, la universidad de Oxford. Precisamente este estudio, el de la universidad de Oxford, otorga a España la puntuación más alta de entre los países occidentales, 90 sobre 100, en cuanto al rigor en la respuesta a la pandemia», aseguró Sánchez.

Sin embargo, Sánchez utilizó una acepción incorrecta de la palabra inglesa stringency traduciéndola como ‘rigor’, cuando el estudio habla específicamente de ‘severidad’. Es decir, Oxford en ningún momento valoró el rigor de la gestión gubernamental, sino la dureza de las medidas actuales con todo el país confinado y las industrias cerradas. De hecho, como advierte en el estudio, la severidad no tiene relación directa con la eficacia.

El análisis se basa en siete criterios concretos: cierre de escuelas, cierre de centros de trabajo, cancelación de eventos, restricciones al transporte público, campañas de información pública, restricciones de la movilidad interior del país y el control de los viajes internacionales. Ese 9 sobre 10 del que habla el presidente del Gobierno es, por tanto y tan sólo, la dureza de las medidas actuales.

Además, Sánchez también presumió que el estudio situaba a España como el país con la puntuación más alta de todas las naciones occidentales. Afirmación abiertamente falsa, ya que en el gráfico figuran al menos una docena de países (puntos sobre el eje vertical) con mejor puntuación que España:

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Severidad de las medidas contra el coronavirus por países, según la Universidad de Oxford.

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