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Comunidad de Madrid

Sánchez se niega a colaborar con Ayuso en un memorial de las víctimas de ETA tras pactar con Bildu

El Gobierno de Pedro Sánchez se niega a colaborar con la Comunidad de Madrid en el proyecto de abrir un nuevo centro de memoria en homenaje a las víctimas del terrorismo en la capital. Tras los pactos del PSOE con Bildu, el Ejecutivo central lleva más de un año sin atender la petición de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, liderada por Enrique López (PP), para realizar una reunión y unir fuerzas.

Tal como desvela OKDIARIO, hace un año se realizó un intercambio de cartas entre ambos gobiernos por esta cuestión. El consejero madrileño  trasladó al Ministerio de Interior en enero de 2022 que Ayuso había reservado en los presupuestos una partida para diseñar el centro memorial. Apuntaba que era un compromiso refrendado por todos los partidos de la Cámara autonómica. Pedía toda la información de los planes del Ejecutivo central y un encuentro de coordinación.

Varios días después, Fernando Grande-Marlaska le respondió con evasivas. Veía de gran interés organizar una reunión con todas las partes implicadas a la mayor brevedad posible. Aseguraba que había dado orden a su gabinete para fijar una fecha. Un año después, ni rastro de esa cita.

Ante este desplante, López volvió a escribir a Marlaska en diciembre. A escasos meses del fin de la legislatura, el consejero lamentaba que no tenía constancia de los aspectos fundamentales del proyecto del Gobierno central. Pedía de nuevo una reunión. Sin embargo, Marlaska no ha dado señales de vida. No responde a la petición de Madrid para avanzar en este plan.

Dos planes

Por un lado, la Comunidad eligió un palacete del distrito Salamanca como futuro Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo. Se trata de un edificio en Núñez de Balboa que pertenece al patrimonio autonómico, a excepción de la última planta donde el Ministerio de Ciencia, como desveló OKDIARIO, habilitó una vivienda. El consejero López visitó en diciembre el bloque junto con la comisionada del Gobierno para la Atención a las Víctimas del Terrorismo, Rocío López.

Edificio elegido por el Gobierno (arriba) y de la Comunidad (abajo).

El consejero madrileño reafirmó el compromiso del Gobierno regional para crear en Madrid «un espacio permanente para el recuerdo, tanto individual como colectivo, de todas las personas que han sufrido esta lacra, conforme al espíritu de la Ley de 2018 de Protección, Reconocimiento y Memoria a las Víctimas del Terrorismo». Recuerda que este espacio forma parte de los objetivos programáticos y de investidura, que cuenta además con el apoyo de todos los grupos parlamentarios de la Asamblea de Madrid.

Por otra parte, el Ministerio del Interior anunció que el Edificio Medinaceli, en el distrito Centro, junto al Congreso, albergará la sede en la capital del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo. Es un inmueble propiedad de la Dirección General de Patrimonio del Estado. Esta sede, avanzaron, cuando se ponga en marcha, se unirá a la de Vitoria. Ese Centro Memorial fue creado en la Ley de 2011 de reconocimiento y protección integral a las víctimas del terrorismo. Esa normativa fijó su sede en País Vasco.

En 2015, una comisión de expertos convocada por el Gobierno propuso crear otra sede en Madrid. El Patronato de la Fundación Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo, que ya gestiona la sede de Vitoria, también gestionará la madrileña, según Interior.

El Gobierno justificó su elección por «su inmejorable situación en el centro de la capital y la monumentalidad de su fachada –recién rehabilitada–» que validan los principios de memoria y dignidad que las víctimas del terrorismo representan. El edificio fue abierto en septiembre de 1922 como Palacio de Hielo y del Automóvil. En 1928 el inmueble fue adquirido por el Estado para convertirlo en Centro de Estudios Históricos. En 1940, tras la fundación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el edificio acogió los Institutos de Humanidades. El CSIC abandonó estas instalaciones en 2007 y desde entonces permanecen en desuso. Son 15.000 metros cuadrados. El proyecto prevé una muestra expositiva permanente; un salón de actos; un espacio de reflexión, memoria y ofrenda, así como espacios para exposiciones temporales y dependencias administrativas.

El terrorismo ha provocado en España más de 1.450 muertos. De ese total, 412 fueron en la Comunidad de Madrid. Es la segunda región del país, sólo superada por País Vasco. Esas víctimas en la región madrileña fueron 210 en atentados de corte yihadista, 123 a manos de ETA; 49 de los Grapo, el FRAP y otras siglas de extrema izquierda; 21 por grupos de extrema derecha, y nueve asesinados por grupos exteriores sin presencia estable en territorio español. La sede madrileña dedicará una atención especial al terrorismo yihadista, pero incluirá también a todos los demás terrorismos.