España
Robos en el Zendal

Los saboteadores del Zendal robaron material fundamental para resucitar a pacientes en parada

OKDIARIO ha tenido acceso a la denuncia interpuesta ante la Policía por sabotajes y robos en el Hospital Isabel Zendal. Desde el 25 de enero han robado 10 respiradores manuales, 10 laringoscopios y 7 pinzas para despejar vías respiratorias

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Hasta ahora sabíamos que en el Hospital Isabel Zendal se habían producido actos de sabotaje que podían haber alterado la rutina y el día a día de pacientes y de trabajadores. Lo que todavía no se había contado es que algunos de esos actos han podido poner en serio peligro a los pacientes del centro hospitalario que la Comunidad de Madrid impulsó para aliviar las ocupaciones hospitalarias durante esta nueva ola de Covid. OKDIARIO ha tenido acceso a la denuncia presentada en las últimas horas por la dirección del centro hospitalario ante el Cuerpo Nacional de Policía. La UDYCO, expertos en crimen organizado, ya ha puesto en marcha su investigación. Y es que después de repasar el documento que obra en poder este diario queda claro que esto va mucho más allá de actos vandálicos. En el Zendal los responsables de estos sabotajes han jugado con la vida de los pacientes, y si no atentos.

La unidad contra el Crimen Organizado de la Policía Nacional investiga el robo de material usado para resucitaciones como los respiradores manuales.

En la denuncia se detalla que desde el 25 de enero de este año, momento de máxima incidencia y niveles de hospitalización de pacientes Covid, en el citado hospital Enfermera Isabel Zendal “se vienen produciendo una serie de hechos que pudieran resultar graves (…) Por un lado se trata de la sustracción de material médico fungible y por otro una serie de posibles sabotajes”. Los hechos más graves y difíciles de comprender son los ocurridos en una zona del hospital cercana a los lugares donde están los pacientes. De allí se llevaron según la denuncia “dos Ambú -respiradores manuales- de carro de parada que se encontraban junto a las zonas de los pacientes y que sirven para dar oxígenos de manera inmediata previa a la entubación”. Al margen del valor económico, que lo tienen, es de 130 euros, y así viene detallado en el documento, lo realmente grave de robar un respirador manual de un carro de parada en la zona de pacientes es que tener o no ese ‘Ambú’ puede ser la diferencia entre la vida y la muerte durante las maniobras de resucitación de un paciente al que hay que mantener vivir el tiempo suficiente como para entubarlo y estabilizarlo.

No hay móvil económico 

Pero los que lo robaron no eligieron eso al azar. Querían complicarle el trabajo y mucho a los sanitarios del Zendal, pero es que complicarles la vida a ellos es jugar con la de los enfermos. ¿Saben lo que es un laringoscopio? Según la denuncia a la que ha tenido acceso este periódico es el segundo objeto que se echó en falta en el mismo carro de parada cardiorrespiratoria y ni más ni menos es el útil que permite entubar a un paciente a través de la vía aéreas. De esos se llevaron tres unidades, a 175 euros cada uno. Entre unos y otros los autores del robo pusieron en riesgo la vida de los pacientes del Zendal por 785 miserables euros.

Lo malo de este asunto es que las primeras conclusiones policiales son aterradoras: no barajan el beneficio económico como móvil de estos robos ya que en los mismos carros y en los almacenes hay material más valioso y fácil de vender y menos cruciales a la hora de sacar a un paciente de parada. Los investigadores se inclinan por creer que estos robos forman parte de una trama organizada para sabotear el funcionamiento del Zendal y un hospital sólo funciona mal si sus pacientes no están correctamente atendidos. De hecho hay otros elementos más caros que también han desaparecido, como un ‘AirVo2’ un aparato de 4.000 euros que se emplea para introducir grandes cantidades de oxígeno en los pacientes más graves, pero pese a su valor, venderlo o colocarlo en otro centro médico resulta casi imposible porque son sistemas cuyo recorrido está seguido muy de cerca por sus fabricantes.

En cuanto la dirección tuvo conocimiento de estos hechos ordenó de inmediato un inventario del material que faltaba. Ya hay una línea de investigación en la que los agentes que llevan el caso se inclinan a pensar en que todo lo que ha ocurrido en el Zendal, y que iremos desgranando en OKDIARIO, responde más a una motivación basada en la ideología y en la política desde sectores que se creen negativamente afectados por la iniciativa de abrir este centro en concreto. A falta de apuntalar esa línea los investigadores se centran en las personas con acceso a los lugares donde se han producido los robos.

El total de lo sustraído es escalofriante: 10 respiradores manuales, 10 laringoscopios y 7 pinzas para despejar vías respiratorias. 27 elementos cruciales para poder salvar la vida a los pacientes del Zendal.