Mensaje de Navidad del Rey

El Rey a Sánchez: hay que «preservar» la Constitución «en su integridad» y «respetar» a los jueces

Felipe VI alerta de que "fuera de la Constitución no hay una España en paz y libertad"

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

En unos tiempos políticos convulsos, marcados por las cesiones del Gobierno al separatismo y el deterioro del Estado de Derecho, el Rey ha enviado una nítida advertencia de respeto al orden constitucional. Aún sin olvidar su posición de neutralidad, Felipe VI ha lanzado implícitos -aunque claros- avisos a Pedro Sánchez y sus socios, convirtiendo éste, su décimo discurso de Navidad, en el más rotundo desde que fue proclamado en 2014. Enarbolando a la Carta Magna como máximo referente de la «unión entre españoles», el monarca ha alertado, con tono grave, de que «fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles; no hay libertades sino imposición; no hay ley, sino arbitrariedad». En definitiva, «fuera de la Constitución no hay una España en paz y libertad». El jefe del Estado también ha advertido que la Constitución «exige que preservemos su integridad». Ello, mientras Sánchez y sus aliados retuercen el texto para ajustarlo a sus intereses políticos.

El Rey evidencia así sus preocupaciones en un momento en que, desde el propio Ejecutivo, se instiga la erosión de las instituciones, perpetrando un asalto al Poder Judicial, atacando a los jueces a través de las denominadas comisiones del lawfare y deslegitimando a la Corona. Un año más, las palabras de Felipe VI han suscitado una especial atención dada la preocupante deriva del Ejecutivo de Sánchez y su entrega total al independentismo, que toma ya la forma de una Ley de Amnistía y el planteamiento de un referéndum de independencia por parte de los socios que le mantienen en el poder. Los mismos que pretenden el fin de la Monarquía constitucional. El mensaje llega, además, la misma semana en que el Gobierno ha dado luz verde a la tramitación de una ley para despenalizar las injurias al Rey, el enaltecimiento del terrorismo y el ultraje a España.

Con su discurso de Navidad, Felipe VI ha reivindicado el papel de árbitro y referente que la Constitución le atribuye pero que no le inhibe de hacer, como así ha sido, un firme llamamiento al Gobierno para preservar el funcionamiento de los poderes del Estado y, especialmente, asegurar sus obligaciones con la sociedad.

«Tenemos el deber de conducirnos con la mayor responsabilidad y procurar siempre los intereses generales de todos los españoles con lealtad a la Constitución», ha aseverado el monarca, que ha avisado que «cada institución, comenzando por el Rey, debe situarse en el lugar que constitucionalmente le corresponde, ejercer las funciones que le estén atribuidas y cumplir con las obligaciones y deberes que la Constitución le señala».

En un aviso implícito a los ataques del Gobierno al Poder Judicial, que han suscitado las críticas unánimes de jueces y fiscales por sus consecuencias para la separación de poderes, el monarca ha advertido también: «Debemos respetar a las demás instituciones en el ejercicio de sus propias competencias y contribuir mutuamente a su fortalecimiento y a su prestigio. Y finalmente debemos velar siempre por el buen nombre, la dignidad y el respeto a nuestro país».

«Integridad» de la Constitución

En este marco, Don Felipe ha reivindicado una vez más a la Carta Magna «no sólo como valor democrático de presente y de futuro, sino también como instrumento y garantía imprescindible para que la vida de los españoles pueda seguir discurriendo con confianza, con estabilidad, con certidumbre». Y ha lanzado su advertencia a quienes, desde el poder, intentan erosionarla.

«Es evidente que para que la Constitución desarrolle plenamente su cometido no sólo se requiere que la respetemos, sino también que conservemos su identidad, lo que la define, lo que significa; su razón de ser como pacto colectivo de todos y entre todos para un propósito compartido. Y, finalmente, exige que preservemos su integridad como lugar de reconocimiento mutuo, de aceptación y encuentro aprobado por todos los españoles, como legítimos titulares que son de la soberanía nacional», ha proclamado el Rey, apelando así implícitamente a no torcer ni manipular la Constitución, como habitualmente se denuncia de Sánchez y sus socios, así como a evitar cualquier intento de socavar el orden constitucional.

«Convivencia»

Felipe VI ha evidenciado además en el discurso de Navidad su preocupación por el enfrentamiento y la polarización política que impregna la sociedad y que se promueve desde el propio Ejecutivo. La apelación a la unidad, el bienestar y la prosperidad común, «la convivencia basada en sentimientos compartidos», ha sido una constante en sus palabras y revelan la inquietud que, para Don Felipe, representa la ruptura de la igualdad entre los españoles. De hecho, el término «convivencia», que con frecuencia utiliza Pedro Sánchez para tratar de justificar la Ley de Amnistía pactada con el separatismo, ha figurado en varios momentos del mensaje. En concreto, hasta en cinco ocasiones.

La unión entre españoles, ha dicho, debe descansar «en los valores que rigen toda convivencia democrática: la libertad, la justicia, la igualdad, el pluralismo político». Los cuatro fundamentos que «nos cohesionan y dan fortaleza y permanencia a un sistema democrático como el nuestro».

En el año en que la Princesa de Asturias ha prestado juramento a la Carta Magna, el Rey ha querido convertir su pronunciamiento navideño en un homenaje a la guía y enseña de la sociedad española, que vertebra su trabajo como jefe del Estado.

Gracias a ella, ha enumerado, España ha consolidado «una democracia plena, abierta e integradora» y «un Estado Social y Democrático de Derecho, que ha asegurado nuestra convivencia y que nos ha permitido superar diversas y graves crisis en los últimos años».

«Superar la división»

También mediante la Constitución, ha reseñado Don Felipe, los españoles han podido superar la división que «ha sido la causa de muchos errores en nuestra historia, que abrió heridas, fracturó afectos y distanció a las personas». «Superar esa división», ha afirmado, «fue nuestro principal acierto hace ya casi cinco décadas».

Revelando el temor a que las heridas se reabran, el Rey ha hecho un llamamiento directo a los gobernantes a evitar que la división impregne la sociedad y ha alertado de sus consecuencias. «Evitar que nunca el germen de la discordia se instale entre nosotros es un deber moral que tenemos todos. Porque no nos lo podemos permitir», ha aseverado, de forma rotunda. Frente al separatismo, que trata de imponer de forma unilateral sus ideas, el Rey ha antepuesto la «visión compartida de España, que reconoce el derecho de todos a sentirse y a ser respetados en su propia personalidad y en su cultura; con sus lenguas, tradiciones e instituciones».

«Nuestra verdad como Nación»

Pese a vivir tiempos de zozobra e incertidumbres, Felipe VI ha aprovechado su discurso de Navidad para enfatizar el potencial de España como país, basado en «una sociedad fuerte».

El Rey ha aplaudido así que los españoles «hemos sido solidarios con quienes han sufrido la adversidad, hemos tenido un comportamiento cívico ejemplar en la superación de la Covid; hemos demostrado coraje, dignidad y principios frente terrorismo y hemos expresado y -sobre todo- defendido nuestros valores constitucionales cuando estos han estado en cuestión o se han puesto en riesgo».

«Y todo ello», ha reivindicado, «lo hemos hecho juntos y de acuerdo con el marco constitucional, decidido por todos los españoles», que ha conducido a «la cohesión» y «los vínculos sólidos del Estado con nuestras comunidades autónomas y la solidaridad entre todas ellas».

Finalmente, se ha mostrado confiado en que esa unidad será también «la clave» para afrontar «con éxito» los «serios y complejos retos de futuro» a los que se enfrenta España.

Insuflando ánimos a la sociedad, y reivindicando todo el potencial que el país ha desplegado en los años anteriores y que servirá también para afrontar esos nuevos desafíos, Felipe VI ha recordado que hemos «atravesado períodos de tragedia, silencio, aislamiento y dolor. Pero el pueblo español los ha superado siempre».

El jefe del Estado ha finalizado su mensaje con un aviso que nos implica a todos los ciudadanos: «Deberíamos tomar mayor conciencia del gran país que tenemos, para así sentirlo más y cuidarlo entre todos».

«España seguirá adelante. Con determinación, con esperanza, lo haremos juntos; conscientes de nuestra realidad histórica y actual, de nuestra verdad como Nación. En ese camino estará siempre la Corona; no sólo porque es mi deber como Rey, sino también porque es mi convicción», ha concluido.

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