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TRIBUNALES

Pumpido forzó al presidente del Constitucional a suspender el Pleno bajo amenaza de dejarlo sin quórum

Cándido Conde-Pumpido finalmente consumó el plan adelantado por OKDIARIO. El ex fiscal general del Estado con José Luis Rodríguez Zapatero pergeñó una artimaña para abortar el Pleno extraordinario convocado este jueves en el que se iba a resolver el recurso del PP que intenta detener el asalto de Pedro Sánchez al Poder Judicial. Tal y como adelantó este periódico, el plan de Conde-Pumpido pasaba por impedir que el Pleno del Constitucional alcanzara el quórum necesario para poder decidir sobre el recurso de amparo de los populares. Y así fue. Según fuentes judiciales, el magistrado -apoyado por todos los izquierdistas del tribunal- amenazó al presidente Pedro González-Trevijano con «levantarse de la silla» si no suspendía la reunión. El objetivo con esta jugada era dejar al Pleno sin el número mínimo de magistrados para poder celebrarse.

Pumpido visitó el pasado martes por la mañana el Palacio de La Moncloa para reunirse con miembros del Ejecutivo. Tras este encuentro, el magistrado diseñó una estrategia con el fin de abortar el Pleno que paralizaría la tramitación parlamentaria de los cambios en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el propio Constitucional. El bloque socialista del Constitucional más afín a Sánchez decidió que no iba votar alegando que «no han tenido tiempo» para analizar el recurso del PP. Pero, con el objetivo de reforzar esta excusa, planearon que el PSOE y Podemos también presentaran un escrito al Constitucional que provocara una crisis en plena reunión.

El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, solicitó apartar al presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, y al magistrado Antonio Narváez, de la deliberación del recurso del PP en el que pide frenar de forma cautelarísima el asalto del Gobierno de Pedro Sánchez al Poder Judicial con su reforma para modificar la mayoría de tres quintos necesaria en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y así nombrar a sus candidatos al Constitucional.

En un escrito, los morados explicaban que según el artículo 80 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC) «es causa de abstención y, en su caso, de recusación ‘tener interés directo o indirecto en el pleito o causa’». Y en este caso, señalaron, «los magistrados respecto de los que se solicita su abstención o recusación son aquellos cuyo mandato se encuentra caducado y se verían directamente afectados por la reforma planteada en la proposición de ley que busca precisamente cumplir con la renovación de los órganos constitucionales».

Amenaza

Por su parte, el PSOE también envió un escrito al Tribunal Constitucional mediante el cual pedía al Pleno que rechazase la medida cautelarísima solicitada por el PP –que evitaría el asalto de Sánchez al Poder Judicial–al considerar que, de hacerlo, se provocaría «una perturbación en un interés constitucionalmente protegido», como la potestad legislativa.

Esto provocó un caos en medio del Pleno. El bloque izquierdista formado por Cándido Conde-Pumpido, Juan Antonio Xiol, María Luisa Balaguer, Inmaculada Montalbán y Ramón Sáez amenazó al presidente González-Trevijano con abandonar el Pleno si no lo aplazaba hasta el lunes. Si los afines al Gobierno se marchaban, el Pleno no contaba con el quórum mínimo -esto son ocho personas- y, por tanto, no podía celebrarse. El presidente con el objetivo de «preservar la institución» y de proteger la imagen del Tribunal Constitucional decidió aplazar el Pleno que, de todos modos, ya no podía desarrollarse.