España
Negociaciones

Puigdemont quiere a Sánchez de rodillas: amnistía, autodeterminación y un mediador para negociar

  • Joan Guirado
  • BRUSELAS
  • Enviado Especial
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

El ex president de la Generalitat y fundador de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, rebaja la euforia del PSOE de cara a la investidura de Pedro Sánchez. Le advierte que sólo podrá lograr sus siete votos tras una negociación que empezará si los socialistas aceptan las condiciones previas que ha impuesto hoy: la amnistía, el reconocimiento del referéndum del 1-O como un ejercicio del derecho de autodeterminación y la figura de un mediador que dé cuenta del cumplimiento de los acuerdos. «No hemos aguantado todos estos años para acabar salvando una investidura», ha dejado claro Puigdemont en una comparecencia cargada de expectación.

El dirigente separatista ha expuesto este martes en Bruselas sus exigencias para negociar la investidura de cualquier candidato a la presidencia del Gobierno. Unas demandas que sólo son asumibles para Pedro Sánchez, como ha venido demostrando en los últimos años. De momento, Puigdemont avanza que «hoy no existen las condiciones para llegar al gran acuerdo» que reclaman los que «aplicaron salvajemente el 155», tras dejar claro que sólo hay dos alternativas: «Elecciones o pacto con nosotros». Y para el acuerdo, la amnistía, la autodeterminación y el pago de la deuda, tal como avanzó OKDIARIO, son los puntos de partida.

El fundador de Junts per Catalunya ha recordado que «Cataluña es una vieja nación europea» por lo que «ve en su independencia política su única manera de continuar existiendo como nación». Por eso, ha explicado Puigdemont, «si hay acuerdo tiene que ser histórico, un compromiso histórico que ningún régimen ni ningún Gobierno español ha sido capaz de asumir desde la caída de Barcelona y el decreto de Nueva Planta», remontándose así al imaginario independentista que se remonta a 1714.

En opinión del eurodiputado «hoy no existen las condiciones para llegar a este gran acuerdo». «Si hay interés y voluntad real», ha añadido, «se tendrían que crear las condiciones, pactando con un partido que mantiene la legitimidad del 1 de octubre ni renuncia ni ha renunciado a la unilateralidad como derecho de los catalanes a defender sus intereses».

Mediación

La desconfianza por parte de Junts en Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, ha explicado Puigdemont, obliga a «crear un mecanismo de mediación que vele por el cumplimiento de los acuerdos». Según el fundador de JxCAT, esa pérdida de confianza «hace que este mecanismo sea imprescindible». La figura de un mediador es, junto al pago por avanzado de algunas de las exigencias, es «una garantía» para Puigdemont con el fin de que sus futuros socios cumplan con su palabra.

Reproches

Carles Puigdemont ha aprovechado su conferencia para reprochar a los «dos grandes partidos españoles» su actitud con la formación que él representa. «Se nos ha arrinconado, se nos ha atacado y se nos ha menospreciado». Ahora, «desde una distancia profunda que nos separa», el ex president de la Generalitat se pregunta si «serán capaces de crear las condiciones para negociar ni que sea por necesidad». De todo lo contrario «no tiene ningún sentido empezar a negociar». Pues «tratándose de la política española todas las precauciones son pocas».

Reunión con Díaz

Puigdemont ha expuesto sus condiciones tras una reunión que mantuvo este pasado lunes con la vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, a pocos metros del lugar elegido para la conferencia de hoy. En ese encuentro, de tres horas de duración, Puigdemont y Díaz acercaron posiciones y acordaron establecer un marco de diálogo permanente para la próxima legislatura.

Yolanda Díaz ha sido la primera líder nacional en romper el hielo al verse en persona con el prófugo Carles Puigdemont. Una visita que el líder de Junts per Catalunya considera «un logro del exilio» y que a la vicepresidenta segunda del Gobierno le sirvió para conocer de primera mano las exigencias expuestas este martes.