EN SU ESPERADA CONFERENCIA EN BRUSELAS

Lo que exigirá mañana Puigdemont: «Ley de amnistía y derecho de autodeterminación»

Puigdemont pedirá el derecho de autodeterminación mediante la 'vía escocesa'

El PSOE suplica a Puigdemont que desista de incluir a la corrupta Borràs para dar el OK a la amnistía

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Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Ley de amnistía y el derecho a la autodeterminación: son las dos principales exigencias que el golpista fugado Carles Puigdemont fijará este martes en Bruselas de cara a la negociación para investir a Pedro Sánchez o a negociar su apoyo a la investidura de Alberto Núñez Feijóo, según ha podido saber OKDIARIO. Puigdemont quiere dejar claro que nadie negocia en su nombre. No tiene ningún cargo orgánico en Junts per Catalunya. Pero es el que manda.

La conferencia, prevista para las 11.00 horas, inaugurará una jornada interparlamentaria para coordinar acciones ante el último tramo de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Allí, Puigdemont resolverá las dudas que muchos tienen, principalmente en Ferraz, sobre el precio que el PSOE deberá pagar para que Sánchez sea reelegido. Ajeno a la vida de partido, Puigdemont es la argamasa que une a las diferentes familias de JxCat, desde los independientes sin afiliación previa, que se agruparon alrededor de su figura en las primeras elecciones autonómicas tras el 1-O, hasta las diferentes familias de la histórica convergencia.

Autodeterminación a la ‘escocesa’

En primer lugar, Puigdemont exigirá una ley de amnistía cuyo número de beneficiados podría elevarse hasta los 4.200, según la lista de «represaliados» elaborada por Òmnium Cultural. La lista incluye a 1.432 personas investigadas en procedimientos penales, 1.689 víctimas de «la violencia policial y de agresiones de extrema derecha», 1.200 que fueron sancionadas administrativamente y 65 presuntamente espiadas en el caso Pegasus.

En segundo lugar, el reconocimiento del derecho de autodeterminación mediante la vía escocesa, es decir, un referéndum pactado. Escocia, país que ya celebró en 2014 un referéndum de independencia después de acordarlo con el Gobierno británico, es el modelo a seguir para Puigdemont aunque cabe hacer una aclaración: el Tribunal Supremo británico tumbó el pasado mes de noviembre la exigencia presentada en nombre del Partido Nacional Escocés al derecho de autodeterminación (que podría llevar a la secesión), ya que éste sólo se aplica en situaciones de antiguas colonias o pueblos oprimidos, situación que no se da en Escocia ni mucho menos en Cataluña.

Ya en marzo de 2017 Puigdemont y Oriol Junqueras propusieron al Ejecutivo de Mariano Rajoy pactar un referéndum a la escocesa en una carta abierta publicada en el diario El País en la que aseguraban que no renunciarán a «ejercer el derecho» de convocar un referéndum de autodeterminación. Allí residiría la clave del Brexit catalán, exigido entre otros por Antoni Castellà, portavoz político del partido xenófobo Demòcrates de Catalunya, -formado por antiguos dirigentes de Unió Democràtica convertidos al independentismo-, diputado del grupo de JxCat en el Parlament y estrecho colaborador de Puigdemont.

Todo ello -más alguna exigencia menos alarmista pero cargada de información sensible, como la cesión de algunos organismos que tienen prácticamente los datos de todos los españoles o infraestructuras estratégicas- otorga al Govern y a los partidos independentistas las herramientas para el «ho tornarem a fer» («lo volveremos a hacer»), que incluso repetían los políticos encarcelados en sus declaraciones en el Tribunal Supremo.

Y es que, lejos de lo que anunció en su día Pedro Sánchez, «el procés no se ha acabado», aseguran tanto en Junts como en ERC. «Ahora empieza todo otra vez, para que ya sea definitivo», comentaba hace unos días a OKDIARIO un colaborador de Puigdemont. Aprovechar el perdón y el olvido del Estado a las causas judiciales del procés, dejándolas sin efectos jurídicos, es la clave para que el Govern pueda realizar una nueva Declaración Unilateral de Independencia (DUI) con los resultados del 1-0. Y sin temor a represalias judiciales.

Dificultades para el PSOE

Las nuevas exigencias que Junts pondrá sobre la mesa, algunas con nombres nuevos o conceptos que hasta ahora se habían escuchado poco, dificultará mucho los planes del PSOE para la investidura. Los socialistas querían investir a Sánchez a principios de octubre, algo que parece prácticamente imposible. Junts marca la estrategia. Los de Puigdemont, que hasta ahora siempre habían constituido un muro infranqueable para el PSOE, negando cualquier colaboración con los socialistas, son los que ahora marcan el paso del independentismo. Junts puso las peticiones más altas frente a las posibilistas de ERC y estos han decidido ir modelando sus peticiones y sumarse también a lo que Junts plantea.

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