España

El PSC contará con un representante en la Gestora del PSOE

El PSC contará en las próximas semanas con un representante en la Gestora del PSOE, según ha avanzado su primer secretario, Miquel Iceta, en su intervención ante el Comité Federal que se celebra este sábado.

El gesto supone un avance en la convivencia entre Ferraz y la dirección de Iceta, en la cuerda floja desde que los catalanes optasen por no acatar la abstención en la investidura de Mariano Rajoy.

Rechazo al «derecho a decidir»

En los últimos días, Iceta ha dado muestras de su disposición a participar activamente en el nuevo rumbo del socialismo, y así lo ha reiterado este sábado.

«Queremos participar activamente en el proceso para salir de una crisis. Desde los criterios que ha señalado con acierto Javier Fernández: respeto, lealtad, libertad y sinceridad», dijo en su intervención.

El catalán suavizó incluso uno de los grandes escollos para recomponer esa relación, su flirteo con el derecho a decidir.  «El eslogan del Govern es «referéndum o referéndum»: referéndum acordado (imposible por lo que antes decía) o referéndum a la brava (que tampoco es posible, o bien porque no se celebra, o bien porque es un simulacro tan inútil como la consulta del 9N)», consideró.

«Hemos de trabajar para evitar que el final de este episodio sea triste, y prepararnos para lo que probablemente sea la única solución: la convocatoria, adelantada, una vez más, de unas elecciones en Cataluña», añadió.

No obstante, en una evidente discrepancia con la Gestora, Iceta reiteró aún que la Declaración de Granada es un «punto de partida para construir el marco institucional en el que quepamos todos». La dirección socialista interpreta esa declaración-que establece el marco territorial del PSOE y que fue consensuada por los socialistas en 2013- como un «punto de llegada».

La presencia catalana en la Gestora es, no obstante, un gesto para el entendimiento, ya que esa era una de las primeras reclamaciones del PSC.  Desde Ferraz no se oculta, no obstante, que existe aún malestar por la «rebelión» de los catalanes al votar ‘no’ a Rajoy, lo que implica, defienden, una profunda revisión del protocolo que regula las relaciones entre ambos desde 1978.

Este protocolo garantiza que los socialistas catalanes estén representados en los principales órganos del PSOE, aunque, al mismo tiempo, obliga al PSC a que aplique las resoluciones que allí se adopten.

Recomponer la confianza es el actual empeño de los equipos, que, desde el pasado 2 de diciembre, trabajan de forma bilateral. Por ahora, esos trabajos se desarrollan de forma muy discreta y sin apenas avances. Varios encuentros privados en Madrid-pocos-y otras tantas reuniones públicas certifican que la negociación es compleja.  En diciembre, ambos partidos se dieron como plazo mediados de enero para llegar a una conclusión, un plazo que finalmente no se cumplirá.

No obstante, desde las dos partes albergan esperanzas sólidas de que la relación finalmente se reconstruya e incluso salga reforzada. Por ahora, las delegaciones  volverán a reunirse el próximo 27 de enero con un trascendental asunto sobre la mesa, si los militantes catalanes podrán participar en la elección del futuro secretario general, un tema que genera fuertes divisiones y que podría condicionar las aspiraciones de Pedro Sánchez. 

Iceta reclamó que así se haga:  «Mal podríamos ofrecer como elemento de vertebración el de ciudadanía si a una parte se le privase de su voto».