España
Tribunales

Protestas de extrema violencia en EEUU, Reino Unido y Grecia se investigaron por terrorismo

En Estados Unidos 23 personas han sido acusadas de terrorismo por protestas contra un centro de policía

En Reino Unido han detenido a tres mujeres por mostrar su afinidad con Hamás en otra manifestación

Las acusaciones judiciales por terrorismo tras protestas de extrema violencia son habituales en múltiples países como Estados Unidos, Reino Unido o Grecia, entre otros. Mientras que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se ha corregido a sí mismo y ya no ve casos de terrorismo en los graves disturbios protagonizados por el independentismo catalán, en otros países la situación es opuesta. Por ejemplo, el izquierdista Lula Da Silva, presidente de Brasil, habló de «actos de terrorismo» cuando una turba de radicales irrumpió en sedes oficiales para tratar de tumbar el orden constitucional. Allí se reunieron más de 3.000 partidarios de Jair Bolsonaro para desbordar a las fuerzas policiales y militares, que respondieron con cientos de detenidos.

En plena oleada de señalamientos y cuestionamientos al juez Manuel García-Castellón, el juez instructor del caso Tsunami en la Audiencia Nacional, OKDIARIO recopila situaciones de antisistemas radicales que por la fuerza se enfrentaron a la policía y trataron de afectar infraestructuras críticas. Un vistazo por la hemeroteca deja ver que se abrieron causas por cargos de terrorismo.

Estados Unidos

En Estados Unidos llevan años luchando contra lo que denominan terrorismo doméstico. Las protestas por asuntos como el racismo –especialmente tras la muerte del afroamericano George Floyd–, el ecologismo, contra las grandes empresas multinacionales o el conflicto entre Israel y Palestina se han caldeado hasta llegar a las batallas campales a cara de perro contra la Policía.

Sin ir más lejos, en marzo del año pasado 23 personas fueron arrestadas acusadas de terrorismo tras unas protestas de alta tensión contra la construcción del nuevo centro policial Atlanta Cop City. Los manifestantes procedían de todo el país, de Canadá y de Francia. Se personaron en las protestas con máscaras negras y atacaron el lugar sin ahorrar en ensañamiento. Los manifestantes de extrema izquierda, junto con activistas medioambientales, arrojaron botellas en llamas, cócteles molotov, ladrillos y piedras a los agentes. Usaron punteros láser para cegar a los policías y cortaron carreteras con neumáticos y escombros. Protestaban porque un manifestante, Manuel Esteban Páez, alias Tortuguita, de 26 años, murió tras los tiros que realizó la Policía en una redada en un campamento de agitadores. Los agentes aseguraron que Tortuguita les atacó y que los disparos fueron en defensa propia.

Detenidos por terrorismo en Atlanta.

Además, las manifestaciones se extendieron al centro de Atlanta, donde se atacó con llamas a una patrulla policial, se arrojaron piedras y fuegos artificiales contra un rascacielos que alberga la Fundación de la Policía de Atlanta. El edificio quedó tocado y el gobernador declaró el estado de emergencia, ante lo que veía como «un ataque coordinado».

Por otra parte, si en España el Gobierno está cerca de amnistiar a personas investigadas por terrorismo por atacar infraestructuras básicas como el aeropuerto de El Prat o carreteras de Cataluña, en Estados Unidos el ecoterrorismo preocupa a los dirigentes. Ya hay condenas por ese modus operandi. En una noche de 2016, la activista Jessica Reznicek se coló en las obras de un nuevo oleoducto Dakota Access, prendió fuego a equipos y usó productos químicos para intentar boicotear el proyecto. Aunque aseguraba que era un acto no violento de desobediencia civil para salvar el planeta, la Justicia lo vio diferente e impuso una condena de ocho años de cárcel.

Reino Unido

Otro caso reciente de investigación por terrorismo nos lleva a Londres. Allí, la Policía Metropolitana arrestó en octubre a tres mujeres por asistir a una protesta a favor Palestina con emblemas de parapente a favor de Hamas. Las mujeres, de 29 y 44 años, fueron detenidas bajo sospecha de haber solicitado apoyo para una organización proscrita, lo que contraviene la Ley contra el Terrorismo de 2000. Aunque llevaban mascarillas y bufandas para ocultar su rostro, los agentes consiguieron ubicarlas y aplicar las normas antiterroristas británicas. La policía también puso en busca y captura a un hombre que agitó un cartel con el lema «Apoyo plenamente a Hamás».

Detenidas por ensalzar a Hamás en Londres.

El comandante Dominic Murphy, jefe del Comando Antiterrorista de Policía Metropolitana, afirmó: «Mis oficiales están trabajando día y noche con nuestros colegas en todo el país para investigar presuntos delitos de terrorismo cometidos en el mundo real y en línea. Agradezco al público que nos ha brindado información e insto a cualquiera que tenga información que nos lo haga saber». Enaltecer una organización terrorista proscrita como Hamás conlleva en Reino Unido una pena de prisión de hasta 14 años.

Grecia

Del mismo modo, en el marco de la Unión Europea encontramos Grecia, un país con un nutrido pasado de casos de guerrilla urbana que se han juzgado por terrorismo y no han sido objeto de amnistía. Las protestas susceptibles de ser terrorismo se suceden desde los años 2000, cuando agitadores acusados de terrorismo lograron retrasar una visita del entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

La visita de Clinton a Grecia se pospuso casi una semana, en medio de temores por la seguridad del presidente estadounidense. Del mismo modo que los CDR, que tenían en su poder material para elaborar bombas, un grupo antisistema griego coqueteó con esos efectos. Llegaron a hacer explotar cuatro bombas de gas frente a un concesionario de coches en lo que parecía ser otra protesta más contra la llegada del mandatario americano.

Los expertos estadounidenses en contraterrorismo estaban particularmente preocupados por el hecho de que la organización revolucionaria marxista-leninista 17 de Noviembre realizara otra de sus maniobras.