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Un policía votante de Podemos critica a los guardias civiles agredidos en Alsasua: «No debían estar allí»

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El ex dirigente del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José Manuel Sánchez Fornet aseguró el pasado lunes, tras conocerse la salvaje agresión de 50 abertzales a dos guardias civiles y sus parejas, que los agentes de la benemérita «no debían estar allí» ya que «hay que ser inteligentes y no ir a la boca del lobo».

El ex policía estuvo durante más de 20 años al frente del SUP. Dimitió el 12 de junio de 2014 por discrepancias con Mónica Gracia. Tres días después, anunciaba en su cuenta de Twitter la inauguración del «Círculo Podemos de Policías trabajadores y demócratas», al ser uno de los fundadores de esta plataforma.

El 1 de octubre también anunciaba su afinidad a Podemos después de haber votado a la formación morada en las últimas elecciones generales, a pesar de ser militante del PSOE, mostrando de esta forma su «asco ante los señoritos vividores y sus puertas giratorias».

A través de las redes sociales, Sánchez Fornet expresaba su repulsa hacia «la actitud de los violentos en Alsasua» al calificarlos de «filoterrorista» y de «alimañas». Sin embargo, luego afirmaba que los guardias civiles agredidos «no debían estar a esa hora en ese lugar».

Pero el sindicalista no se queda ahí, puesto que plantea la posibilidad de que los agentes sean sancionados «por incumplir normas de seguridad y autoprotección».

En este sentido, también equipara la situación de los agredidos con el de los agentes que se autolesionan supuestamente «en busca de una medalla».

«Si son premiados por esto cada fin de semana tendremos algún caso similar», apostillaba, al tiempo que reiteraba que los agentes de la benemérita «no debián estar allí» por «puro sentido común» y esgrimiendo que «las alimañas, en sus zahúrdas, atacan».

Por último, Sánchez Fornet compara la situación vivida en Alsasua con la de «dos policías británicos de fiesta en un bar de Belfast donde estén trabajando» o con las de «dos policías ucranianos en un bar de un barrio de nacionalistas rusos».

«Las alimañas reaccionan como lo que son», añadía, sentenciando que «hay que ser inteligentes y no ir a la boca del lobo».