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Podemos concluye que debe radicalizarse más para que Sánchez no entre en los «marcos de la derecha»

Podemos quiere aproximarse aún más la extrema izquierda. A lo largo de los debates ideológicos celebrados este lunes y martes en la Universidad Complutense de Madrid, los morados han coincidido en que hay que empujar sus tesis hacia posiciones más radicales para evitar que Pedro Sánchez no entre en los «marcos de la derecha» y sí se atreva con «políticas valientes y progresistas».

Uno de los ponentes que con más claridad ha expuesto esta idea es Manu Levín, responsable de discurso durante el liderazgo morado de Pablo Iglesias y ex asesor del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Este filólogo, que marcó la estrategia morada durante años, sigue teniendo un peso importante en la formación.

«La clave no es buscar el centro, sino mover el eje. Eso es ampliar el espacio de lo políticamente posible y volver a introducir en la opinión pública de izquierdas determinadas ideas. Tenemos que disputar y dar la batalla cultural frente a una serie de fuerzas poderosísimas que están empujando a la sociedad española a una velocidad vertiginosa hacia lugares muy oscuros y muy peligrosos», ha relatado el hoy colaborador del podcast de Pablo Iglesias. El ex líder de Podemos ha aplaudido la reflexión y ha dicho: «Yo me compraría esa camiseta».

Del mismo modo, el portavoz parlamentario Podemos, Pablo Echenique, ha trasladado al máximo responsable del PSOE precisamente que no conviene «comprar marcos de la derecha». Ha enumerado varios casos en los que, lamenta, los socialistas se han acercado a «la extrema derecha»: el aumento del gasto armamentístico, la posición con la inmigración en Melilla, la apuesta por la OTAN, etc. El diputado ha pedido que el PSOE utilice «la mayoría progresista» del Congreso para impulsar políticas «valientes».

Así, ha afeado las críticas de sectores socialistas contra «generar ruido». Alerta que el objetivo de Sánchez es que, como sucedió al principio del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, la gente se desinterese por la política. Rechaza así la idea de que «el ruido sea malo». «Ruido es la política para los que somos de abajo», ha señalado para citar las huelgas del metal en Cádiz, en el Orgullo LGTBI, el 15M o en el movimiento feminista del 8M. «La ausencia del ruido es la ausencia de la política», ha zanjado en los cursos de la UCM en San Lorenzo de El Escorial.

En este sentido, Echenique agrega que Vox siembra el terreno para que «las ideas de la ultraderecha acaben recalando en el PP». Ha sugerido que deben desmontar la «estupidez» de que Alberto Núñez Feijóo es «moderado» cuando lanza «ataques machistas» contra la ministra de Igualdad, Irene Montero, por viajar a Estados Unidos, por «secuestrar» el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o hablar de posibles fraudes electorales, al estilo del expresidente de Estados Unidos Donald Trump.

En todo caso, Podemos respira. Ha visto un cambio en Sánchez en el Debate del Estado de la Nación. Echenique ha dado a entender que existía una «preocupación» por la derechización del Gobierno, también en la bancada socialista del Congreso. Ha desvelado que los diputados del PSOE acogieron con «euforia» los impuestos a los bancos y a las empresas energéticas.

Podemos quiere aprovechar el final de la legislatura para aprobar al fin la nueva ley de vivienda, derogar de la ley de seguridad ciudadana, invertir en servicios públicos y profundizar en la reforma fiscal.

Igualmente, ha apostado por no cortarse a la hora de tejer fuertes alianzas internacionales con sus homólogos, especialmente en Latinoamérica. Admite que ciertos lazos con dirigentes de América del Sur pueden perjudicar la imagen de la formación a la postre, pero, aun así, no les debe preocupar eso. También pide más comunicación y pedagogía frente a los mensajes que fomentan la subida de la ultraderecha y un contacto «capilar» con la sociedad civil organizada, entre otros aspectos.

«Violencia»

Por otro lado, Echenique carga contra la «extrema derecha» por ser el «último intento del bloque de poder antes de la violencia física como forma de gobierno». A su vez, ha zanjado que la «principal amenaza» a la seguridad en países como Estados Unidos es el «terrorismo de extrema derecha» y que toda su ideología se basa en un concepto: el odio. Así mismo, subraya que es un «error gravísimo de análisis» pensar que la extrema derecha en España es «sólo Vox», cuando existe una corriente de pensamiento y acción reaccionaria que se infiltra en «todos los estamentos de la sociedad» como el judicial, el policial, el militar o el mediático.