Picardo se jacta de que Gibraltar no ha hecho «concesiones de soberanía, jurisdicción ni control»
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha asegurado este jueves de que su Gobierno ha logrado que se respeten todas las «líneas rojas» y no ha hecho «concesiones» en materia de «soberanía, jurisdicción y control» en la primera fase de las negociaciones sobre la salida de Reino Unido de la UE, a la espera de un segundo periodo en el que el Peñón «no puede ser una parte separada».
Picardo ha comparecido ante el Parlamento gibraltareño para dar cuenta de los últimos avances en el proceso de Brexit, después de verse la semana pasada en Londres con la primera ministra británica, Theresa May, y esta misma semana en Madrid con miembros del equipo negociador español.
El ministro principal del Peñón ha reconocido la «tormenta» que ha supuesto el proceso, pero ha celebrado los pactos que ya se han cerrado con España a la espera de un «acuerdo definitivo». «No hay nada en estos documentos que comprometa ninguna de nuestras líneas rojas», ha dicho, en alusión al protocolo, a los cuatro memorandos de entendimientos y al tratado fiscal.
En este sentido, ha subrayado ante los diputados que «no hay concesiones en materia de soberanía, jurisdicción y control» y ha cuestionado en otra parte de su discurso que haya quien vea en el contexto actual «la mejor oportunidad en tres siglos para que España adquiera la soberanía, aunque sea parcialmente».
Picardo ha apuntado que los acuerdos que ya están «virtualmente completados» solo comprenden de momento a la fase de transición, fijada en un principio hasta finales de 2020, a excepción de los compromisos ya adquiridos en materia de derechos de los ciudadanos y de reformas fiscales.
Picardo considera cumplido el objetivo de la primera fase del diálogo, mantener el acceso al mercado único de la UE, y ahora confía en lograr en el segundo periodo la «inclusión» de Gibraltar en el acuerdo de retirada. «Sin nuestra inclusión, Gibraltar se enfrentará solo a un salto al vacío el 30 de marzo de 2019», ha advertido.
«Nadie necesita un veto»
El ministro principal gibraltareño también ha aludido al artículo 184 del Tratado de Retirada, en el que España ve un lenguaje ambiguo que no le garantiza la última palabra en relación a todo lo que tenga que ver con Gibraltar. España, según Picardo, «interpreta» que este artículo «compromete el papel que va a desempeñar a la hora de determinar cómo se aplicará a Gibraltar la futura alianza entre Reino Unido y la UE».
«Esto no tiene nada que ver con lo que hemos negociado, que son los términos de la diferente implicación del acuerdo de retirada para Gibraltar y la inclusión en el periodo de transición; y no los términos de la futura relación con la UE», que se están negociando «en este punto», ha agregado.
Picardo ha insistido en que, «constitucionalmente», Gibraltar «no puede ser una parte separada» del acuerdo, algo a lo que se habría comprometido May a lo largo de estos últimos días, con reiteradas alusiones a la «familia» británica como conjunto único.
Para el dirigente gibraltareño, es obvio que «geográficamente» el Peñón depende en gran medida de España, «puerta» de entrada a Europa, por lo que considera que es necesario seguir dialogando con «espíritu de cooperación». «Nadie necesita un veto para que nos sentemos a la mesa», ha apostillado.
El referéndum de junio de 2016 se resolvió en Gibraltar con una abrumadora mayoría a favor de seguir en la UE y, en vista del escenario actual, Picardo ha reconocido que «el Brexit es ahora tan malo en la realidad como lo fue en la teoría antes del referéndum».
La ruptura, ha apuntado, es «algo malo para toda Europa», pero ha alertado de que, si las partes no llegan a un acuerdo definitivo, la situación sería «todavía peor».
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