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Congreso de los Diputados

Sánchez reabrirá el fin de la prisión permanente revisable en los primeros meses de la legislatura

El PSOE tendrá que abordar el fin de la prisión permanente, a instancias del PNV, que lo considera una prioridad. Sánchez aboga por su derogación, pero prefiere esperar al Constitucional.

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, reabrirá el debate sobre el fin de la prisión permanente revisable -del que es partidario- en los primeros meses de la legislatura y a instancias del PNV. Los nacionalistas vascos ya han registrado una iniciativa en el Congreso en la que solicitan la derogación de la medida, que aprobó el PP y que ha provocado sonoros enfrentamientos entre los grupos.

Se trata de una iniciativa que ya se encontraba en tramitación parlamentaria, pero que decayó por el fin precipitado de la legislatura. Ahora, el partido de Urkullu -socio de Sánchez en una eventual investidura- la recupera, a fin de que el Congreso la aborde como prioridad. 

No se esperan problemas en su tramitación, toda vez que en la Cámara existe una mayoría partidaria de su derogación. La propuesta seguirá después el trámite parlamentario, con las correspondientes enmiendas de los grupos. En la pasada legislatura, la iniciativa se paralizó por las sucesivas ampliaciones de plazos, solicitadas por PP y Ciudadanos. Incluso en ocasiones, también por el PSOE.

Un debate incómodo

Para los socialistas se trata de un debate ciertamente incómodo. El PSOE lo recogió expresamente en varios de sus programas electorales, donde se apostaba por su derogación «inmediata», aunque no en el último de abril. Los socialistas recurrieron incluso al Tribunal Constitucional la medida del PP, una decisión que lleva pendiente desde hace cuatro años.

En los últimos meses de la anterior legislatura, los socialistas renunciaron a abrir el debate por su debilidad parlamentaria. Ahora, en cambio, la situación ha cambiado y el PSOE cuenta con 123 escaños. La Cámara cuenta con una mayoría partidaria de su derogación.

Hasta ahora, los socialistas han tratado de retrasar el debate hasta que resuelva el Constitucional. Pero el PNV y otros grupos, como Podemos, meten presión para que la medida llegue a su fin. Se trata de un tema comprometido, y crítico con vistas electorales, ya que gran parte de la opinión pública la apoya.

La propuesta del PNV considera que la prisión permanente «persigue únicamente una función retributiva y vengativa de la pena» y califica la medida de «irresponsable».

Los nacionalistas alegan el «principio de humanización» de las condenas y recuerdan el fin de «rehabilitación social», además de la «mínima intervención del Estado» en estas cuestiones.

«La pena de prisión permanente revisable, que encubre la pena de prisión de por vida o prisión perpetua, vulnera claramente los elementos nucleares de los principios constitucionales referidos al ordenamiento penal: el principio de legalidad y el mandato resocialización», opina esta formación, que pide su derogación «por no hallarse justificada desde razones de política criminal y por considerarla inconstitucional».