El ‘pedrismo’ cántabro puede dinamitar el pacto con Revilla por su interés en purgar a los críticos

La nueva direccion ‘pedrista’ en Cantabria, encabezada por Pablo Zuloaga, amenaza con dinamitar el pacto de Gobierno que el PSOE regional mantiene con el Partido Regionalista de Miguel Ángel Revilla.  

Así lo confirman fuentes internas del PSOE de Cantabria, que aseguran que esa ruptura podría tener lugar este mismo martes, día en que está prevista una reunión de la comisión de seguimiento del pacto.

El nuevo líder del PSOE cántabro incumplió su palabra de que «no se iban a hacer nuevos nombramientos porque se iba a respetar la bicefalia» y, por tanto, el equipo de la actual vicepresidenta y exsecretaria general, Eva Díaz Tezanos. 

Sin embargo, finalmente la nueva Ejecutiva socialista fulminó a tres cargos del Gobierno, que se posicionaban como ‘susanistas’: Ramón Ruiz, consejero de Educación, Cultura y Deporte; Salvador Blanco, consejero delegado de Sodercan; y Rosa Inés García, directora de Mare; ambas, empresas públicas a la Consejería que dirige Díaz Tezanos.

Este hecho ha aumentado la fractura del PSOE cántabro, ya muy acentuada desde las primarias en las que el ‘pedrista’ Zuloaga fue elegido como Secretario General con apenas el 53 por ciento del apoyo de los militantes.

Hace unos días, el presidente autonómico, Miguel Ángel Revilla, aseguraba que «todos» en el Gobierno de Cantabria «están en sus puestos» y se declaraba «muy contento» con la coalición de gobierno con el PSOE. Sin embargo, un importante sector del partido regionalista asegura estar «indignado» con el nuevo PSOE, empeñado en dividir consejerías para forzar un reparto de gobierno que acabe beneficiando a los socialistas y que los regionalistas han tildado de “desigual e injusto”. PSOY y PRC gestionan cuatro consejerías cada uno.

Anticipo electoral o acuerdo con el PP

De romperse finalmente ese pacto, Revilla no podría seguir al frente del Gobierno, ya que no contaría con mayoría absoluta. En ese caso, el escenario podría ser un anticipo electoral o, incluso, un pacto con el PP, tal y como barajan desde el resto de la oposición.

Entre tanto, las presiones al sector ‘crítico’ con la nueva dirección arrecian cada día más. Según distintas fuentes, el acoso es continuo, llegando incluso a haberles amenazado tras haberles pedido «que se callen la boca en las redes sociales».