Iglesias se olvida de la Agenda 2030 y la inmigración: prefiere figurar en el reparto de fondos europeos

Pablo Iglesias
Pablo Iglesias se dirige a Pablo Casado. Foto: EFE

A estas alturas de la película legislativa todos conocemos al afán por figurar del vicepresidente segundo, el podemita Pablo Iglesias: no le ha gustado sentirse ni obviado si señalado, según el caso, por determinados compañeros de gabinete y ha hecho que trascendiera su malestar por ello de uno u otro modo; porque le disgusta no formar parte de este asunto, pero ha olvidado involucrarse en otro tan sangrante y dramático como la inmigración ilegal y la crisis que ahoga a Canarias, algo que corresponde al negociado de Pablo Iglesias de la Agenda 2030.

Hoy mismo, Pablo Iglesias ha aprovechado una conversación informal con periodistas durante la cumbre hispano-italiana para transmitirles a su manera su extrañeza tras verse excluido en primer término de la comisión parlamentaria que se encargará del reparto de fondos europeos para combatir la pandemia de Covid.

Tras explicar que su exclusión inicial fue una confusión ha tratado de restarle importancia a las informaciones sobre quedar fuera de ese órgano, porque ha dicho que, ya desde el verano estaba hablado y decidido que él formaría parte del mismo, al igual que el resto de miembros del Gobierno.

Guerra interna

Pero es un hecho que la división interior que hay en el Gobierno entre las dos formaciones que integran el Ejecutivo hace que se produzcan más desencuentros públicos de los esperados. Para Pedro Sánchez, sin embargo, la inexperiencia en coaliciones es la causa de algunas situaciones que se dan en el seno del Ejecutivo.

Este periódico ya informó recientemente de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez había encargado a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y no a Pablo Iglesias, la coordinación de los cinco ministerios implicados en la actual crisis migratoria canarias.

OKDIARIO aseguraba que Sánchez comprobó que se había perdido el control ante la avalancha de inmigrantes irregulares que llegan a diario a las islas. Desde Moncloa reconocían, además, que la coordinación entre los cinco ministerios implicados era prácticamente inexistente. Uno de los ministros afectados admitía hace unos días, ante autoridades canarias, que no se hablan entre ellos.

Pedro Sánchez dejaba  fuera del área de trabajo de este asunto al vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, de quien dependería la vicepresidencia encargada de coordinar este tipo de situaciones. En concreto, además de denominarse «Social», la vicepresidencia de Pablo Iglesias  también es de «Agenda 2030».

Una rápida mirada a las competencias de la denominada Agenda 2030 y a la guía ‘La migración en la Agenda 2030’ de la ONU nos arroja luz sobre la relación entre la propia agenda y la inmigración, ya que sostiene que: «la Agenda 2030 reconoce en la migración un aspecto fundamental del desarrollo, con lo cual es la primera vez que la migración se integra explícitamente en la agenda mundial del desarrollo. La Agenda es relevante para todo tipo de poblaciones móviles, sea su movimiento interior o transfronterizo, sean o no desplazadas, cuando afirma que deseamos ver cumplidos los Objetivos y las metas para todas las naciones y los pueblos y para todos los sectores de la sociedad. Asimismo, reconoce que todos los migrantes, mujeres, hombres y niños, forman un grupo vulnerable que requiere protección, y los reconoce también como agentes de desarrollo, y establece que se refiere a todo tipo de migración, incluido el desplazamiento».

Asimismo, añade que «la referencia central a la migración se inscribe en la Meta 10.7 del Objetivo  Reducir la desigualdad en los países y entre ellos, que insta a facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas. Muchos otros objetivos hacen también referencia directa a la migración, mientras que para otros la migración es un asunto intersectorial que debe tenerse en cuenta. La implementación de los ODS proporciona una oportunidad para proteger y empoderar a las poblaciones en movimiento, que les permita desarrollar su potencial de desarrollo y beneficiar a las personas, las comunidades y los países de todo el mundo».

Sin embargo, Iglesias ha brillado por su ausencia en la actual crisis que vive Canarias. De hecho autoridades canarias han lamentado que no se haya involucrado en esta situación dramática y haya mirado para otro lado.

Sin embargo, el vicepresidente sí se ha acordado de esgrimir la Agenda 2030 en otros asuntos, como la pandemia de covid. Así, Pablo Iglesias pidió a principios de este mes «tomar en serio» la Agenda 2030 para ser «un país más sostenible económicamente».  Pablo Iglesias aseguró entonces que un país que «se toma en serio» los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es también «un país más sostenible económicamente».

«La pandemia nos demuestra que una sociedad más sostenible, que se tome en serio los planteamientos de la Agenda 2030 es también mucho más sostenible económicamente. Un país con mejores servicios públicos, con más camas de hospitales, con una economía más diversificada, con mejores servicios públicos, con más médicos y más docentes, es un país con más capacidad para proteger a sus trabajadores y a sus empresas del impacto de una situación como esta», aseguró Pablo Iglesias.

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