España
Informe al Tribunal Supremo

Los Mossos llegaron a reservar un hotel en Madrid para «descansar tras entregar a Puigdemont al Supremo»

Los Mossos admiten errores en el dispositivo para capturar a Carles Puigdemont en Barcelona

El informe que los Mossos d’Esquadra han entregado al instructor del procés, el juez Pablo Llarena, reconoce «errores» en el dispositivo para detener al ex presidente catalán, Carles Puigdemont. En el documento, al que ha tenido acceso OKDIARIO, se reconoce que no había un operativo previsto para evitar la fuga, porque era una posibilidad que ni se contemplaba. Por el contrario, todos los esfuerzos se dedicaron a vigilar los alrededores del Parlament donde, suponían, aparecería Puigdemont para asistir a la investidura de Salvador Illa. Nada de eso ocurrió, sin embargo. El informe, al que ha tenido acceso este periódico, aporta abundantes detalles de la cronología prevista por los Mossos para el día de la reaparición de Puigdemont, llamando la atención, por ejemplo, la previsión en cuanto al arresto del ex presidente separatista y su entrega al Tribunal Supremo:

«Se habían preparado los vehículos que debían trasladar al señor Puigdemont en un eventual viaje a Madrid para ser puesto a disposición del Tribunal Supremo, si así fuese acordado por la autoridad judicial. Este traslado también debía realizarse en un vehículo no logotipado por parte de efectivos de la Comisaría General de Información, acompañado de dos vehículos del Grupo Especial de Intervención. Se tramitaron las correspondientes peticiones para desplazar efectivos armados de los Mossos fuera del territorio catalán, y se reservaron habitaciones de hotel en Madrid para que pudieran descansar los efectivos policiales encargados del traslado a Madrid, una vez que el detenido hubiera sido puesto a disposición del Tribunal Supremo», se puede leer en el informe.

El juez Llarena solicitó a los Mossos y al Ministerio del Interior que informaran sobre el dispositivo policial desplegado por la policía catalana en Barcelona el 8 de agosto y que tenía como objetivo cumplir con la orden de detención de Puigdemont, así como «sobre los elementos que determinaron su fracaso desde un aspecto técnico policial».

En su informe, Interior ya informó a Llarena que su operativo no había detectado «en momento alguno» a Puigdemont y reconoció que se activaron «recursos extraordinarios» cuando ya se había dado a la fuga.

Se equivocaron de coche

Por otro lado, los Mossos admiten también que se confundieron en el modelo del vehículo en el que Puigdemont huyó de la zona, tras su intervención ante centenares de simpatizantes, en el Arco del Triunfo.

Según se relata, el único agente que le seguía no pudo comunicar su posición, mientras que los demás se centraron en la comitiva que iba hacia el Parlament.

Así, tras el mitin de Puigdemont, el agente observó que un grupo reducido de personas cortó las bridas que unía las vallas «a la altura del carril de salida del aparcamiento subterráneo Saba» de Lluís Companys y que del párking salió un coche de color blanco.

El agente observó, «de forma clara y sin duda alguna, cómo el señor Jordi Turull con una gorra oscura de béisbol en la cabeza salía del interior del vallado a través del paso habilitado por las personas anteriores» y también observó cómo «Puigdemont se colocaba una gorra igual a la del señor Turull y salía del interior del vallado, introduciéndose en el asiento posterior izquierdo del vehículo».

Fallo en la comunicación

El agente, señala el informe, «no logró acceder al canal, ya que en ese momento se estaban retransmitiendo diferentes comunicaciones por parte de otros efectivos policiales», por lo que decidió llamar por teléfono a su superior.

El mosso empezó entonces a correr tras el vehículo en el que iba el ex presidente catalán, que perdió de vista en un cambio de semáforo.

Durante la persecución, el agente trasladó a su superior que era un Peugeot, en vez de un Honda, y aportó dos matrículas al no poder apreciar uno de los números de la placa con claridad. El informe atribuye esa confusión a «la tensión del momento y por el hecho de que el agente se encontraba corriendo tras el vehículo».

Los Mossos atribuyen la fuga de Puigdemont a «una situación de confusión, incertidumbre y alto tráfico en las comunicaciones».