Montero se siente atacada por el aviso de Yolanda Díaz sobre la pandemia antes del 8M

Irene Montero se siente atacada. Y culpa de dicho ataque, ni más ni menos, que a su jefa de filas en el Gobierno: la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz. El entorno de la ministra de Igualdad cree que la titular de Trabajo quiso cargar contra Montero cuando afirmó que ella había avisado de la pandemia antes del 8M. «Es un ataque a Irene», señalan en Igualdad, teniendo en cuenta que la dirigente de Podemos fue la principal defensora de la celebración de la marcha feminista. Pese a los indicios existentes de que el virus ya circulaba por España. Y que ese mismo día por la mañana, según admitió Fernando Simón, ya manejaban datos que recomendaban la suspensión.

En la formación morada señalan, directamente, a la vicepresidenta segunda por el dardo lanzado contra su compañera. Aunque en Moncloa también creen que Pedro Sánchez era destinatario del mensaje de Díaz. En el complejo presidencial consideran que la titular de Trabajo pretendía utilizar ese supuesto aviso, que niegan algunos ministros del PSOE, como fórmula de presionar al presidente de cara al cumplimiento de la derogación de la reforma laboral. «Estamos en modo precampaña y necesita protagonismo para su nuevo proyecto político», concluyen fuentes socialistas y podemitas consultadas por este periódico.

La relación entre Montero y Díaz pasa por su peor momento. Aunque en público tratan de aparentar sintonía, algo que debería ser normal entre dos personas que comparten un mismo proyecto político, la realidad es bien distinta. Y es que ambas casi ni se hablan y, cuando lo hacen, es con un tono de voz muy alejado del de la cordialidad. Una situación que aumenta cada vez más las tensión interna en la coalición de Unidas Podemos con la mirada puesta en las próximas elecciones generales. La vicepresidenta no cuenta ni con Montero ni con Ione Belarra para su nuevo espacio político. Aunque ellas tengan detrás la fortaleza de las siglas de Podemos.

«Polémica artificial»

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado viernes, Yolanda Díaz explicó que se trata de «una gran polémica artificial». Y culpó al Partido Popular «de crearla». La vicepresidenta segunda del Ejecutivo recordó que «entonces el PP tildaba al Gobierno de alarmista, entre las cosas más suculentas que ha dicho, llegando a pedir las comparecencias de Carmen Calvo y mía, cuyas peticiones acabó retirando».

Sin reacción del PSOE

Ni Moncloa ni Ferraz han soltado una sola palabra para contrarrestar la bofetada que la vicepresidenta propinó a sus compañeros de gabinete por no haberle hecho caso e incluso tildarla de «alarmista». La única que verbalizó alguna palabra fue la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, que no era ministra por aquel entonces, para defender la gestión del Gobierno. Todo con la negociación de la reforma laboral de fondo, cuya derogación debe estar publicada en el Boletín Oficial del Estado antes de 31 de diciembre. Díaz sigue presionando para que se cumpla el acuerdo de coalición, aunque Nadia Calviño intente rebajar las expectativas.