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Moncloa ocultó a los 50 españoles seleccionados que sólo 5 preguntarían a Sánchez: «Nos han utilizado»

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Pedro Sánchez ha iniciado este lunes el curso político con un show televisado desde el Palacio de La Moncloa. En un acto con un formato más bien de mitin del PSOE, sufragado eso sí con dineros públicos y con todos los recursos del Estado a su disposición. Cincuenta personas que a lo largo de los últimos meses han escrito al presidente o han visitado el complejo presidencial en el marco de Moncloa Abierta, fueron los elegidos para preguntar a Sánchez. Aunque más que preguntas ha habido reflexiones de temas que tienen mucho interés para el Ejecutivo. A la hora de la verdad, sólo han preguntado cinco de los 50 españoles que previamente habían sido investigados por el gabinete presidencial e informados de que se les daría la palabra. Algo que ha causado malestar en el resto de los asistentes que no han podido hablar: «No ha sido lo que nos prometieron».

Antes de empezar el acto, en gesto que fuentes gubernamentales afirman que «humaniza al presidente», Sánchez ha ofrecido a los cinco afortunados un paseo por las instalaciones de la Presidencia del Gobierno. Tiempo en el que, los que no han podido hablar en público, han tenido la oportunidad de trasladar en privado sus inquietudes al jefe del Ejecutivo. Aunque de forma breve y sin demasiado detalle.

Algunos de los presentes aseguran que «hemos tenido que pedir libre en el trabajo» para acudir al acto «pensando que podríamos preguntar al presidente». Pero la realidad ha sido otra. Los que han podido interpelar a Pedro Sánchez habían sido elegidos con anterioridad por su gabinete tras una investigación minuciosa de sus perfiles. En Moncloa justifican ese examen previo de los invitados con el argumento de que «entran al complejo presidencial que es de alta seguridad y hay que conocer bien a qué personas se les da acceso».

El hecho de que el acto no se haya desarrollado tal como les habían contado ha generado sensación entre los asistentes de que «nos han utilizado». Hay quienes llevaban preguntas preparadas y se han quedado sin poder hacerlas. La mayoría coinciden en que “hemos estado de figurantes”, aunque reconocen que «la experiencia ha sido enriquecedora».

Las críticas que parte de los asistentes formulaban tras acabar el acto tenía que ve también con los temas que se han tratado. «Nos hubiera gustado escuchar cosas nuevas, no argumentarios que a diario repiten todos los ministros», subraya una vecina de Mérida que tuvo que viajar anoche para estar hoy en La Moncloa a la hora citada.

Otro vecino de Madrid añade que «nos ha venido a recordar sus servicios prestados y su programa para las próximas elecciones». Pero «no hemos resuelto las dudas de cómo va a afectar la creciente subida de la inflación a nuestro día a día o cómo se van a salvar a las familias que se vean afectadas por la subida de los precios». Ambos aseguran que «está bien este tipo de acto si realmente es espontáneo y sin una preparación previa».